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APORTACIÓN ANTIESCLAVISTA EN TIERRAS DE INDIAS... 491 dad su salvaguarda6. En este sentido, tenemos delante de nosotros a verdaderos paladines de la evangelización americana, al tiempo que nos encontrarnos a otros que, aunque su nombre ha sido llevado y traído con gran fuerza, la realidad que les acompaña no es tan especial como pareciera en un primer momento, o sim plemente supieron valerse del opol-tunismo que acaece en todas las épocas. Realidad que estaría más motivada por intel-eses personales, que por la atención del indio en toda su amplitud. Aunque la realidad teórica estará enmarcada por estas sensibilidades, el pri mer siglo de contacto con el Nuevo Mundo estará dirigido por los conquistado res y la manera propia que éstos tenían de relacionarse en aquellas nuevas tierras. Es este momento particular, el que algunos historiadores han generalizado apli cándolo a todo el lapso de tiempo en que se extendió la dependencia directa de las Indias de las coronas de Castilla y Portugal. A este respecto no se puede olvi dar que a finales del siglo xvt, se prohíben definitivamente las conquistas arma- das, puesto que habían sido fuertemente cuestionadas por los misioneros, los maestros de la Universidad de Salamanca y por los fuertes interrogantes que habí an despertado tanto en Carlos V como en Felipe u. Este detalle es preciso tenerlo en cuenta puesto que serán las sandalias de los misioneros, las que a lo largo de los siglos XVII y XVIII, extiendan y defiendan los dominios de la corona española en Indias, incluso posteriormente, en el período de las independencias. De esta manera, los pueblos tribales se fueron convirtiendo en pueblos de doctrina y sometiéndose a la Corona, en un lento proceso de policía htimana7. La misma vin culación a un Estado, con tina cabeza y leyes bien definidas, posiblemente supo nía más ventajas que seguir haciéndolo al margen de la misma, en dependencia directa de los caciques locales, que solían ser mucho más arbitrarios. Desde los primeros momentos de la evangelización nos encontramos con un principio que se convertirá en constante: “El indio, para ser cristiano, necesi taba primero ser hombre”. La misma afirmación implicaba la duda en algunos misioneros a la hora de considerar a los naturales como hombres, en razón de que no se comportaban como personas humanas, por encontrarse en un estado cultural diverso al de los occidentales8. Teniendo esto presente, los evangeliza 6 Esto se puede comprobar acercándose a la documentación existente referente a este tema y época. Para ello, cfr. Ainerica Pontificici. Pjj,,il saectili evangelizationis (1493-1592). Docwnenta Pontficci ex registris et mintttis praesertim in Archivo Secreto Vaticano existentibus, J. Me i-zi.rp. (ed.), Citti del Vaticano, 1991. 7 La argumentación sobre la policía “profana o sagrada”, es un argumento utilizado a favor dci indio y de los conquistadores. Cfr. J. BAuTisTA, Advertencias pata los confesores de los naturales, n. 35, México, 1600, p. 59: A. de S\NDov,\L, Naturaleza, policía sagrada ¡ pr(fana costumbres i ritos, disciplina ¡ catechis,no evangélic-o de todos los etíopes, Sevilla, 1627. $ Cfr. L. HANKÉ, La humanidad es una. Estudio acerca de la tjuerclla que sobre la capacidad intelectual y religiosa de los indígenas americanos SOstiniero,? en 1550 Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepuílveda, México 1985, 2 ed.; J.M. GAicfA AÑoveRos, El pelusa-

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