BCCAP000000000000082ELEC

APORTACIÓN ANTIESCLAVISTA ENTIERRAS DE INDIAS... 515 Dios, supone actuar contra la doctrina de Jesucristo: 1. Los negros como hijos de Dios que son, han de gozar de libertad, al mismo tiempo, siendo consecuentes con lo que esto implica, deben abandonar las prácticas que no responden al men saje cristiano91; 2. A los cristianos viejos, deben reconocer y velar por los dere chos de todo fiel cristiano, al mismo tiempo que actúan conforme a su ser de ver claderos hijos de Dios. Estas conclusiones las sustenta en dos ct-iterios fundamen tales: la piedad y la caridcid92. c. La con ipra Aun con la eterna justificación hispana, sosteniendo que ya no es posible vivir en las Indias occidentales sin el recurso a la servidumbre, medio por el cual los morenos trabajan las tierras y son atraídos a la fe, condenará cada uno de los aspectos que justifican la compra: 1. Quitarla libertad cristiana es un robo; 2. El trato inhumano e injusto con los esclavos lo entiende corno “muy particular ima gen del infierno”93; 3. Sólo los jueces tienen autoridad, ya que, aun en el caso de que hubiera razón suficiente para castigar de manera cruenta a un se;- humano, “sólo el juez tiene facultad sobre el reo”93; 4. Disculpa por medio de autorida des. Es el centro de la argumentación, porque al final la justificación siempre se simplifica, en culpabilizar a un tercero: “Que el rey lo permite y que por tanto se pueden ejecutar tales comercios, compras, ventas, etcétera. Y que Su Santidad lo consiente a fin de, como dicho es, se hagan cristianos”95. Q tte el rey lo permite. No pretende abordar al rey, sino buscar su implicación, puesto que si se actuara con su permiso, sería lo mismo que decir que concedía autorización a sus vasallos para cometer hurtos, tiranías o matar a los siervos, algo que en toda lógica no podía ser costumbre ni norma válida de conducta en un rey cristiano. A quienes realmente está atacando a los mercaderes, poi- ser ellos quie nes recurren a este tipo de exculpaciones96. Puesto que, “si el rey, jueces, goberna dores, etcétera, tales cosas permitieran, en lugar de ser conservadores de las Repúblicas fueran los mayores tiranos de ellas”97 91 Cfr. Resolución II, 9. 92 “De suerte que ellos y sus imitadores, quieren sean los dichos libres, no por que la Iglesia santa quiere. sino por que ellos quieren tener a su modo sujeta la Iglesia santa. Pues aun que tan peculiar madre libres los quiere, no ha de querer, sino porque ellos quieren que quiera aun caso que no quisiera. De manera, que confiesan la libertad por hijos de la Iglesia y la niegan, y negándola la confiesan. Estos movimientos de trepidación hallo y veo en estas tierras”. ibíd. 93 ibíd. 94 Ibíd. 95 Ibíd. 96 Cfr. Ihíd., it, 18. 97 ibícl., ii,21.