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50$ MIGUEL-ANXO PENA GONZÁLEZ — La lucha por la libertad: el negro Éste será su tema fundamental, basando su argumentación, fundamental mente, en la Escritura. La dialéctica se maneja en las disciplinas que ayudaban a la justificación de la esclavitud: derecho, filosofía, teología y moral. La Resolución no deja de ser una síntesis de lo que podría haber sido un tratado más extenso, en el que el misionero podría haber seguido trabajando57. No podremos tampoco valorar suficientemente con qué material científico contaba el capuchi no para su elaboración, aunque debió valerse de la biblioteca existente en el con vento de la observancia franciscana en el puerto de La Habana, incluso con las aportaciones verbales de lectores de dicho convento y maestros dominicos. La manera que Francisco José de Jaca tiene de utilizar las fuentes es muy diversa y variada, manifestando una eminente libertad personal y reflexiva. La mayoría de sus citas son imprecisas, utilizando de los autores sólo aquello que le interesa para sus propios fines, al tiempo que desecha los planteamientos con los que no está de acuerdo, o simplemente los ignora. En la mayoría de las oca siones, utiliza el pensamiento de los autores de la época para condenar sus pro posiciones y mostrar cómo defienden una doctrina errada ante la que él presen ta una postura clara y opuesta. En el presente caso, más que el argumento de autoridad, a la hora de utilizar las fuentes, está pesando para quién se está escri biendo. Escribir al soberano le lleva a tener delante los contextos que más podrí an influir en su manera concreta de obrar y abordar un problema. Para ello se basa en la línea aristotélico-tomista, desde la Escuela de Salamanca y, a un mismo tiempo, la aplicación de la misma hecha por los padres de la Compañía de Jesús, especialmente determinados por la casuística. No cabe duda que Jaca conocía muy bien el contexto de Cartagena de Indias, donde la presencia jesuí tica era significativa y le ayudaría a tomar conciencia de la amplitud del proble ma58. La obra está dividida en dos partes, que quieren responder a las intenciones de su proyecto. En la primera analiza los humanos derechos, es un examen sobre la realidad en la que viven los esclavos y los argumentos fundamentales para condenar esta práctica, partiendo del derecho natural y de gentes. La segunda parte, comprende lo qtie denornina derechos católicos y piadosos, refutando todas aquellas posturas que se mueven en la ambigüedad y falta de transparen cia. Al mismo tiempo, ataca frontalmente a todos los autores que intentan justi ficar la trata, lo suele hacer de una manera bastante sólida, con un desarrollo 57 Entre sus papeles encontrarnos notas para un desarrollo posterior más denso y exhaustivo. Cfr. AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 527, ff. 334v-345v. 58 En este sentido, no se puede olvidar que, la labor de los jesuitas en el puerto de Cartagena de Indias, respecto a los esclavos se limitaba a su atención espiritual, sin cuestionar en ningún momento su estado.