BCCAP000000000000081ELEC

san juan de ávila y la vida religiosa : persona y tiempo 33 más tarde la gran figura de Antonio Agustín 13 . El mos italicus suponía una dependencia de la tradición y sus autoridades, fundamentada a partir del uso tanto de glosadores como de comentaristas, de naturaleza eminentemente práctica y que aparecía con carácter dogmático, frente al mos gallicus que se expresaba más como histórico y filológico. Se trataba de lograr una aplica- ción práctica del derecho clásico, especialmente justinianeo, lo que suponía una fuerte libertad metodológica, que tendría como resultado la elaboración de un derecho nuevo, no promulgado, con carácter de universalidad. Salamanca era un hervidero de ilusiones americanas, especialmente en razón de los nuevos y amplios campos de misión que se abrían. A ello ayudaba que los cuatro primeros dominicos que pasan a las Indias Occiden- tales, en 1510, provenían del convento de San Esteban, que pertenecía a la observancia y que seguirá enviando misioneros en los años sucesivos 14 . Este ambiente de observancia se percibía en todo el mundo universitario, ya que era el propio de los diversos conventos. El reflejo era amplio, desde la vida cotidiana, pasando por la espiritualidad, las formas concretas de religiosi- dad, así como en la cultura. Esta realidad se trasparenta en la propia vida del santo Maestro, re- corrida por una fuerte ascesis y austeridad, que podría ser reflejo de ese ambiente de reforma, del que él también participará, por medio de su ex- periencia de vida regular. El detalle pone en evidencia la imbricación en los marcos del momento, donde la predicación y la sensibilidad bíblica ocupan un lugar significativo, acompañado de una vida de cierto retiro. Estas preo- cupaciones le acompañan en la vuelta a su pueblo, así como en la posterior ida a Alcalá de Henares 15 . 13 Cf. Ibid. , 82-83. 14 Cf. J. L. Espinel , «Bosquejo de la misión y obra cultural de los dominicos del convento de San Esteban en América durante el siglo XVI», en: J. L. Espinel – R. Hernández Martín, Colón en Salamanca. Los dominicos , Salamanca 1988, 133-135. 15 En este sentido, no podemos olvidar cómo aquellos que se acercan a su biografía han pues- to el acento en su proceso de conversión, que estaría marcado por un observante franciscano.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz