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Creación, desarrollo y restauración… 267 unas décadas desde su fundación, logra ocupar el centro de la escena teológica e intelectual barroca, que hasta aquel momento venía dominada fundamentalmente por los dominicos. En 1617, viven el acontecimiento de la colocación de la primera piedra de lo que pronto sería su Colegio Real en la ciudad del Tormes. Con teólogos formados en la Universidad de Salamanca, conseguirán llevar a todo el Orbe católico las ideas que se habían fraguado en las discusiones y lecciones académicas. La dispersión y propaga- ción serán ya elementos presentes en un pasado, pero que ahora cobrarán más fuerza. Por otra parte, el tomismo de la Compañía de Jesús, era más amplio que el defendido por los discípulos de Domingo Báñez 52 . Las confluencias y los personajes nos ayudan también a delimitar el horizonte geográfico: Francisco Suárez, en Coímbra; Juan Maldonado, en el Colegio de Clermont en París; el cardenal Francisco de Toledo, en Roma 53 ; Rodrigo de Arriaga, en Praga; Gregorio de Valencia, en Ingolstadt. En la misma disputa romana de auxiliis , entre bañecianos y molinistas, nos encontra- mos a los maestros jesuitas de Salamanca. El hecho de que fuera la posición de la Compañía la que dominase es un elemento más que debemos tener en cuenta, viendo en ello un descentramien- to de los dominicos. 8. L a U niversidad y la ilustración A comienzos del siglo XVIII , la capacidad de convocatoria de la Universidad de Salamanca había descendido 54 . Esto provocará un movimiento de reformas, tanto en la Alma Máter salmantina como en el Consejo Real, que ve peligrar una de las instituciones más necesarias para el sostenimiento de la Monarquía. Se pre- tenden corregir los problemas para recuperar el número de ma- trícula. Se despide a dos de los tres catedráticos de Gramática, al tiempo que se marcan unas medidas de reforma, que casi se limi- 52  Véase S. Fernández Burillo, “Francisco Súarez: teólogo y filósofo del humanismo renacentista. I: El punto de partida: naturaleza y gracia en la polémica «De auxiliis»”, Espíritu 44 (1995) 33-42, 169-181. 53  Véase L. Gómez Hellín, “Toledo: Lector de Filosofía y Teología en el Colegio Romano”, Archivo Teológico Granadino 3 (1940) 7-17. 54  Véase J. L. Polo Rodríguez, La Universidad salmantina del Antiguo Régimen (1700-1750) , Salamanca 1995, 539.

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