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Miguel Anxo P~ González Una propuesta antiesclavista de Primera Hora: el "Serví Liben"... que prevalece el más fuerte y pemianece y se propaga eternamente y vive y se mantiene por los siglos de los siglos, como se dice en III Esdras 4,38" 111 • IX. Se examinan los dichos de Rebello, referidos porAvendaño También cuando refiere la opinión de Femando Rebello lo hace de manera extensa, ya que ocupa desde el número 92 al 96. Encuentra en el jesuita portugués cierta incongruen, cia entre la exposición teórica de su primera parte y las conclusiones que obtiene en la segunda, ya que, como había mostrado en el capítulo anterior, una cosa es la reducción a servidumbre y otra muy distinta transportarlos a otras tierras 'ªcausa del peligro no es lícita la negociación,. Lo que afirma te6Íicamente, es el resultado de la comprobación de la reali, dad avariciosa de los comerciantes que, sin ser un argumento válido, es indiscutible y plau, sible desde la praxis: "Lo que añade Avendaño, sobre que en la navegación suelen peligrar pocos si se tiene de ellos un cuidado especial, es falso. Porque si los merca– deres pudieran impedir la muerte de los esclavos con el cuidado especial, no dejarían piedra por mover y cumplirían toda diligencia, ya que ello va en grave daño suyo. Pero, aun empleada toda diligencia, siempre, como me dijeron, perece una tercera parte. Con más razón, por tanto, si se emplea un cuidado mediocre o nulo, como ocurre cuando los dueños de 11 . d 1 11112 e os no son capitanes e a nave . Si aún quedara ~lguna duda en la exposición de Rebello, ya no hay ninguna licitud, puesto que entre negros y africanos no se puede dar ninguna guerra justa. Sí aprueba la acti, tud del jesuita, respecto a la falta de conocimiento que los oficiales regios tienen de la justi, da de los títulos. Moirans propone algo que no podía ser aceptado por el resto de los auto, res: que, en razón de la duda, todos debían ser manumitidos ya que, "en la duda, no hay que dañar al inocente"m. Igual que ya hiciera en el capítuloVI conMalina, se pregunta ahora si Rebello y Avendaño aceptarían este proceder para ellos mismos: "¿Querrían ellos como esclavos de justo título ser comprados para tal trabajo, supuesta la mencionada compensación y la divina providencia en la navegación para que pudieran vivir para una mayor utilidad de todo el mundo? Si enmodo alguno, lcómo se atreven aobligaraotros aello? 11114 • De soslayo ataca también a Avendaño, que se autoproclama defensor de los indios, en una defensa que entiende ficticia y que está lejos de la caridad evangélica. Su censura de la realidad de los indios, aunque breve, es totalmente lógica, después de los años que ha pasa, do como misionero en Indias, donde se ha encontrado con infinidad de abusos, especial, mente en las tierras pertenecientes al Rey Católico. Aunque no lo afirmará directamente, 111 Ibid. 112 Serviliberi, n. 97. ip Ibid., n. 98. 114 Ibid., n. 99. Revista Summa Historiae Año 2, N 2 2 59

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