BCCAP000000000000076ELEC

Miguel Anxo Pena González Una propuesta antiesclavista de Primera Hora: el "Servi liberi"... aquel que ha de ser aceptado por todos, al que se deben adecuar todos los hombres. Los pro– blemas de conciencia dejan de ser tales para convertirse, con gran eficacia, en una propues– ta de fe válida, capaz de remover la estructura existente. Pero su argumentación busca un respaldo social amplio para la aceptación de los principios antiesclavistas y abolicionistas, y cobra especial fuerza a la luz de las enseñanzas del Evangelio. Para él las consecuencias son lógicas: para un cristiano las exigencias son mucho mayores y tienen que estar todavía mucho más claras y firmes, de ahí que no tuviera problema en aceptar la esclavitud por parte de los musulmanes. Su manera de argüir nos permite intuir que su intención no se queda solo en una iluminación expositiva de la doctrina evangélica, especialmente pauli– na, sino que presenta una novedad importante: se presenta como un modelo real de com– portamiento y práctica en la que se encuentran implicados todos aquellos que, de una manera u otra, están situados a lo largo del extenso y prolongado proceso de la trata. VI. Se analizan los argumentos de los adversarios Comienza constatando la falta de claridad en la compra. La tan recurrida compra de buena fe es un gran fraude que pone en peligro a infinidad de almas. A la mayoría de los moralistas solo les importaba si los esclavos eran comprados de buena fe y sin sospecha, aun– que posteriormente apareciera la duda, ya que a partir de ese momento la compra se consi– deraba legal, y, por tanto, también legítima la posesión. Los autores opinaban que era mejor la condición del poseedor, haciendo referencia al Decreto 90 • Implícitamente se estaba afir– mando que el que vendía lo hacía también de buena fe: tratamos con aquello que poseía conforme a toda justicia. Para él es claro que no hay buena fe en este tipo de transacciones, ya que si la hubiera se tendría que averiguar la licitu4 de la compra y si se descubre que esta es ilícita el comprador estaría obligado a liberar y restituir (era la doctrina que había formulado explícitamente Luis de Malina). La obligaciónmoral del comprador le exigía, la superación de toda posible duda, y existiendo esta, los autores son unánimes en afirmar que el reo debe quedar libre. Por otra parte, la tan recurrida 'ignorancia invencible' no era más que una poderosa argucia con la que retardar el cumplimiento del derecho. Para atacar este proceder comienza por relatar los rumores que existen en las Indias, "de que son llevados a los mercados para ser vendidos muchos que han sido tomados por hurto, o cuando al comprar a uno hay algunos indicios probables en base a los cuáles hay que sospechar que "fueron captados injustamente, es completamente injusto comprarlos si no consta antes claramen– te, por una diligente investigación, que se pueden vender justamente; y que quienes los compran así, están obligados a liberarlos" 91 • Apoya su afirmación en dos autores. de gran solvencia: Antonio Diana 92 y Luis de Molina 93 • Ante tal principio la consecuencia lógica parece irrefu- 90 Cf. InVI. 5, 12, 65: "In dubio melior est conditio possidentis". 91 Ibid., n. 68. 92 Cf. A. Diana, Resolutiones morales recens in tres partes distributae pars I, tract. 8, resol. 41, Montibus, 1634, 114. 93 Cf. Luis de Melina, De iustitiaetiure tract. II, disp. 31, Venetiis, 1611, 138,142. 54 Revista Summa Historiae Año 2, Nº 2

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz