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60 MIGUELANXO PENA GONZÁLEZ Por lo mismo, supone una llamada de atención a conocer la cultura de la sociedad en la que nos hemos educado, de tal manera que nos permita ver cómo, con el paso del tiempo, ha ido incidiendo en la construcción de la socie dad y en su misma organización. Se trata, por tanto, de lo contrario a lo que solemos hacer diariamente, presentar una lectura en positivo y no sesgada de cómo se ha ido configurando una determinada sociedad, a partir de la incidencia religiosa en la misma. Mirar la historia con unos ojos atentos al momento con creto, evitando sacar las cosas de contexto y, así valorarlas en su justa medida. Es una manera diferente de enfrentarse a la diversidad. Estamos afirmando que no estamos de acuerdo con aquellos que conside ran que la diversidad y el multiculturalismo es una prueba más de que todas las religiones son iguales y persiguen idénticos intereses; pero tampoco creemos que tengan la verdad aquellos que rechazan todo posible diálogo. En este sen tido, nuestra crítica se dirige especialmente hacia aquellos grupos o intelectua les que consideran que toda religión vale lo mismo y, en definitiva, que no hay diferencia entre unas y otras. De tal suerte que, aspectos colaterales de las mis mas, acaban ocupando el centro de la reflexión. Véase, por ejemplo, la atención hacia el Jesús histórico, que muchas veces termina siendo una visión personal de cada uno. La religión, en su misma esencia, es algo más que hacer el bien al margen de la concreción histórica de esa bondad. Es una experiencia para ser compartida y comunicada, no impuesta. Quizás aquí nos sirva también la experiencia del pueblo de Israel, que vive su fe en Egipto, aunque tenga que sufrir por ello innumerables pruebas e incom prensiones. Recordemos las palabras con las que se dirige Moisés a Yahveh: Volvióse entonces Moisés a Yahveh y dijo: Señor, ¿porqué maltratas a este pueblo?, ¿por qué me has enviado?’ Pues desde que fui a Faraón para hablarle en tu nombre está maltratando a este pueblo, y tú no haces nada para librarle’ (Ex 5,22-23). Señalado este primer detalle, nos parece conveniente comentar, aunque sea brevemente, los valores que nosotros consideramos como fundamentales para la construcción de una sociedad donde hemos de convivir gentes de muy diversas procedencias, costumbres y culturas. 22. La ley natural Esas diferencias son las que nos llevan a presentar un primer elemento, que podría resultar paradójico, pero que nosotros consideramos de crucial importancia: la ley natural. Precisamente, en ese afán de señalar lo común, nos encontramos que las religiones tienen maneras muy diversas de interpretar lo

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