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Sus múltiples relaciones afectivas produjeron también frutos intelectuales; es el caso de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, con la publicación de las obras de sus fundadores, la Madre Rafols y el presbítero Juan Bonal, así como la historia del propio Ins- tituto en el Hospital de Ntra. Sra. de Gracia de Zaragoza, entre otras. Ese estilo peculiar que le caracterizaba, de igual manera y, desde sus primeros años de formación, le puso en relación con múl- tiples personalidades internacionales y españolas del momento, con las que mantendrá contacto epistolar a lo largo de los años. Estas relaciones las ampliará también a algunos de sus discípulos, a los que se mostrará especialmente cercano y disponible a lo largo de los años. Su estancia en Salamanca cuenta con dos centros de irradia- ción: La Universidad Pontificia y el Colegio Mayor Hispanoameri- cano Virgen de Guadalupe, cuya desaparición fue objeto de uno de sus mayores disgustos. Su dedicación a la Universidad y a la docencia en la Facultad de Teología le definiría como un hombre respetado por su brillantez de exposición y su claridad en los plan- teamientos certeros, en referencia a la gestión, hasta el punto de ser nominado en varias ocasiones en la terna para Rector. En cuanto a su estancia en el Colegio Hispanoamericano, le sirvió para entrar en contacto con numerosos estudiantes hispanoamericanos y con un buen número de profesores que allí vivían. Quienes residimos con él, hemos tenido la suerte de gozar de su lealtad, amistad y entraña- ble cercanía. A su lado se podía aprender humanidad y ciencia. Quienes hemos sido sus discípulos en San Sebastián, en Madrid, en Vitoria o en Salamanca tuvimos la ocasión de gozar con su verbo y su sabiduría. Ahora esperamos que se culmine la recopilación de sus artículos y publicaciones iniciada por el Servicio de Publicacio- nes de la UPSA , a cargo de su propia Fundación y de la que ya han salido a la luz cuatro tomos, en cinco volúmenes. Con este número de la revista, homenaje de afecto a su persona y de reconocimiento de su labor entre nosotros, queremos agrade- cer su presencia en esta Universidad Pontificia, en concreto el ejer- cicio de la docencia en la Facultad de Teología. Pero no queremos olvidar su ejemplaridad como sacerdote, profesor y compañero de camino. ÁNGEL GALINDO GARCÍA MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ Facultad de Teología de la UPSA 10 ÁNGEL GALINDO GARCÍA Y MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ