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presentar y esclarecer las relaciones de Felipe II con el Papado de su tiempo, tarea nada fácil, pero esencial para el conocimiento de una época tan significativa como aquella del siglo XVI. Recuerdo todavía cómo, preparando mi tesis sobre Franicsco José de Jaca, y en las visitas conjuntas al Archivo de Simancas, me mostraba con placer las vitelas y cartas de respuesta del Papa al soberano, hacién- dome ver pequeños detalles como el canto dorado de las mismas… Esta obra, que podríamos considerar como su último gran proyecto, se desarrolla en dos partes, la primera publicada entre 1999 y 2002, bajo el título El Papado y Felipe II , que se completaría entre los años 2004 y 2006 con Felipe II y el Papado . Así, a caballo entre el Archivo de Simancas y el Secreto Vaticano fue completando una documenta- ción que se compone de cinco tomos, y que quedará como una de sus últimas aportaciones más acabadas y significativas. Su pluma ha participado frecuentemente en Homenajes a figu- ras insignes como es el caso de Juan Alfaro, Melquíades Andrés Martín, Marcel Bataillon, Julio Caro Baroja, Cenci, Díaz de Salazar, Florencio Marcos, Hubert Jedin, Lope Cilleruelo, Jorge Oteiza, Padre Donostia, Pérez Bustamante, Antonio Pérez Goyena, Rogger, Siri o Vincke, entre otros. La participación en Congresos ha sido frecuente a lo largo de todo su magisterio, de igual manera que ocurriera con las conferen- cias en multitud de ciudades. En este sentido son conocidos sus con- tactos e intervenciones en foros extranjeros, entre los que cabe recordar Tours, Wolfenbüttel, Augsburg, Würzburg, Bologna, Nápo- les, Roma u Oxford. Socio fundador, Presidente y Director de la Biblioteca Doctor Camino, era amigo de número de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, miembro de Eusko Ikaskuntza y Académico correspondiente de Euskaltzaindia y de la Real Academia Española de la Historia, así como de las Academias de Venezuela y México. Su talante científico, abierto y buscador de la verdad, hace que se relacione con instituciones universitarias de gran calado intelec- tual, entre las que se encuentra la Fundación Universitaria Española ( FUE ), con quien llegará a colaborar intensamente y a formalizar acuerdos con el fin de promover la publicación de sus dispersas y múltiples investigaciones. En este contexto, es preciso situar tam- bién su Fundación, destinada a la publicación de su obra dispersa o inédita sobre el Arzobispo Carranza, y creada al amparo y bajo los auspicios de la Universidad Pontificia de Salamanca, durante el rec- torado del catedrático de Derecho Canónico, Don Julio Manzanares. J. IGNACIO TELLECHEA IDÍGORAS. IN MEMORIAM 9