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42 MIGUELANXO PENA GONZÁLEZ cisco de Vitoria, en él confluyen infinidad de referencias de sus coetáneos. Él es uno de los frutos más granados de la Universidad de Salamanca en aquellos años. Como es lógico, no nos vamos a detener ahora en desarrollar su biografía, sino una serie de pinceladas que lo configuran, a partir de dos momentos fundamen- tales en su vida salmantina: su etapa de formación y de profesorado. Concluidos sus estudios de Artes en el convento de San Agustín, pasa a la Universidad a rea- lizar sus estudios de Teología, apareciendo matriculado a tal efecto en el curso 1546-1547, como integrante del Colegio de San Agustín. Por lo mismo, Luis de León puede ser considerado como discípulo directo de los grandes maestros, contando con una formación escolástica adecuada que, desde su entrada en la Universidad de Salamanca, tiene como autor principal a Santo Tomás y como maestros a los discípulos directos de Vitoria 51 . En Salamanca, su maestro de Teología escolástica fue Cano, mientras que en Alcalá lo será Mancio. Junto a las lecciones de Escolástica, asiste también a las de Teología posi- tiva, que se impartían en la cátedra de Biblia y, a este respecto, recuerda las lecciones del maestro Cipriano de la Huerga en Alcalá 52 . También pudo asistir a las de Martín Martínez de Cantalapiedra, el detalle resulta interesante, puesto que nos permite individuar los dos elementos fundamentales en su producción: por una parte, la Teología positiva, enmarcada en un contexto bíblico-humanís- tico y, en segundo lugar, una producción Escolástica amplia con el fino sabor de aquellos primeros maestros, donde la reflexión tenía un contacto serio con los problemas concretos, lo que podemos notar, por ejemplo, en su De legibus . Por otra parte, su relación con Cipriano de la Huerga es intensa. El mismo fray Luis se considera discípulo del biblista, lo que le llevará a consultarle personalmente sus dudas 53 . No es menos importante el hecho de que su formación sea una imbricación perfecta en varios lugares, donde compagina la asistencia a los generales uni- versitarios con la lectura de sus lecciones en los propios conventos. Al mismo 51  En relación a esa formación escolástica: “En las cátedras de Teología escolástica o especulativa, en teoría pudo oír, otra cosa es que lo hiciera, hasta diecisiete profesores distintos, que sepamos, entre titu- lares y sustitutos y alguno de ellos, como es el caso de Diego de Chaves, en dos cátedras distintas. Cinco de estos profesores fueron dominicos; los doce restantes pertenecieron al clero secular. La formación de todos ellos había sido fundamentalmente tomista, aparte que muchos fueron discípulos de Francisco de Vitoria, a cuyos métodos de enseñanza se acogieron y los trasmitieron a sus alumnos. Fray Luis de sus maestros salmantinos de escolástica tan sólo se refirió expresamente a Melchor Cano, que sepamos, como a maestro suyo; pero dice, en general, que «...los maestros de mis estudios fueron hombres muy cathólicos». Es curio- so observar que los dominicos tan sólo pudo oírlos en las cátedras de propiedad. Por otra parte, no parece aventurado afirmar que en estos cinco cursos fray Luis pudo seguir las explicaciones de todas las partes de la Suma de Santo Tomás”. J. B arrientos G arcía , Fray Luis de León y la Universidad de Salamanca , Madrid, Ediciones Escurialenses, 1996, p. 51. 52  Cf. Ibid ., p. 54. 53  Cf. Ibid ., pp. 64-65; G. M orocho G ayo , “Humanismo y Filología poligráfica en Cipriano de la Huerga. Su encuentro con fray Luis de León”, en Ciudad de Dios , 204 (1991) p. 909.

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