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20 MIGUELANXO PENA GONZÁLEZ entorno. Al mismo tiempo, el espíritu reformador, se convierte progresivamente en una forma peculiar del contexto hispánico, que producirá amplios frutos tanto en el ámbito social como comunitario, o no sólo en el intelectual sino también en el espiritual. Es precisamente, a partir de este momento, cuando una mayor cualificación comienza a abrir las puertas a un puesto de mayor relevancia o responsabilidad, lo que se concretará también en un interés mayor por la propia cualificación intelectual. De esta manera, asistir a la Universidad era un medio oportuno para medrar y si ésta era la de Salamanca, esa realidad se hacía todavía más evidente. A su vez, el Estudio estaba marcado por una amplia libertad y espíritu universalista, con intención de responder a problemas y no únicamente de sal- vaguardar espacios. Es posiblemente este motivo el que justifique con mayor claridad la diferencia entre el siglo XVI, y las etapas posteriores. Ya sea por influencia del Concilio de Trento, de la Inquisición o del control de los organis- mos civiles y eclesiásticos, pasados tres lustros de la segunda mitad del siglo, se pierde paulatinamente el ambiente universalista y liberador. Por lo mismo, ese será el momento en que pasemos a una nueva visión o segunda generación de lo que se ha dado en llamar «Escuela de Salamanca». El problema concreto era que, de esta manera, la teología se irá apartando de los centros y temas de interés de la cristiandad, para centrarse en los controles internos, por lo que, de manera progresiva, la Universidad pasará a ser un medio de promoción para la burocracia civil y eclesiástica del Estado. Al mismo tiempo, no se puede minusvalorar que en el marco universitario existía una férrea presencia de grupos de presión. Y, en este preciso momento, el más fuerte era el liderado por los dominicos, que harán valer sus intereses de grupo, anteponiendo una lectura de la Teología desde la vertiente tomista y, a su vez, ésta de una manera cada vez más depurada y auténtica o, lo que es lo mismo, cada vez con una interpretación más estricta y cerrada . La progresiva evolución hacia un concepto más formal de Teología, determinado por la formu- lación tomista estricta, necesariamente debía someterse de manera más concreta a la metodología teológica, algo que resaltarán especialmente autores como Bartolomé de Medina o Domingo Báñez. De esta manera, se irá definiendo un estilo particular de Escuela, que no tiene en Francisco de Vitoria su forma más propia, ni siquiera su metodología característica. Cualquiera que se acerque a comparar las obras inmediatamente A este respecto, cf. C. I. R amírez G onzález , Grupos de poder clerical en la Universidades Hispá- nicas. I. Los regulares en Salamanca y México durante el siglo XVI , México, UNAM, 2001; I d ., La Univer- sidad de Salamanca. Corporación académica y poderes eclesiásticos , Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2002; I d ., “Las órdenes religiosas en la Edad Moderna. El contexto”, en L. E. R odríguez -S an P edro (coord.), Historia de la Universidad de Salamanca. II. Estructuras y flujos , Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2002, pp. 563-588.
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