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sangrar que lo hemos menester mucho; y sean de las calidades y obras y sino no vengan. En otras cosas que podía dar cuenta super sedeo y déjolo a Dios y a nuestro P. San Francisco que serán testigos en el último día de todas nuestras obras y de las de cada uno. No pido nada porque la ropa se nos pudre, y así es necesario hacer ornamentos de seda o de media seda, [ continúa de forma vertical en el margen izquierdo: ] por mejor decir; y los hábitos es necesario remendarlos de lo que hallamos, porque el sayal se quemó y los mantos se han podrido y los capuchos de agua. Y los hábitos que tenemos traen hartos agujeros, pero pienso que nos podremos pro- veer de Panamá, del paño que gastan los observantes, que no es malo ni ajeno de nuestra profesión. Y de lo que hubiere habido de Capítulo General se sirva vuestra caridad de avisarme. Y en meta de venir religiosos, suplico a vuestra caridad se sirva que no haya falta, aunque sean cantidad. A Dios que me guarde a vuestra caridad, de este sitio de la Concepción de Nuestra Señora de Taparisa, de la Provincia del Darién; la del P. Fr. Basilio se llama San Buenaventura de Tarena; la del P. Fr. Francisco, San Francisco de Paye. Mayo 18 de 1650. Hijo de vuestra caridad. Fr. Antonio de Oviedo [ rúbrica ] M IGUEL A NXO P ENA , OFMCap Universidad Pontificia de Salamanca ABSTRACT This essay introduces us to the figure of the capuchin missionary Antonio de Oviedo (1601-1652), who was the first prefect of the Darien mission. This scarcely known character is important as a veteran apostolic missionary. This is what the unedited memorials and hand written letters of this missionary show. At the same time, he is singularly important because Darien was the first capuchin mission in America. This mission encountered many obstacles; the difficulty of the work as well as natural obstacles, such as the harshness of the climate, or the opposition of the Dominicans to the presence of other religious in those lands rich in gold. 1046 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ