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En él nos hicieron mucha caridad y entre dos personas nos sus- tentaron muy caritativamente, guisan la comida y lo necesario, el uno era pariente del P. Fr. Francisco de Ocaña, que se llama D. Fernando de la Cadena. Aquí nos hicieron contradicción los padres dominicos, porque alegaron que tenían hecha colación de la pro- vincia del Darién, pero sin diligencias nuestras no salieron con su pretensión. Hoy la hacen de nuevo viendo que la gente que estaba en su partido se viene a vivir a donde nosotros estamos, que es a la parte del Norte cuatro leguas del mar y del río Darién, y ellos a la parte del Sur. Entramos el día de la cruz de mayo en la provincia con feliz viento, y llegamos a este paraje la víspera de san Antonio de Padua, siempre en compañía de don Julián de Carisoli, alférez y maestre de campo y gobernador de esta provincia. Aquí se fundaron dos iglesias que aun no están totalmente acabadas, de palos y ramos de palma, según la tierra lo consiente. El primer día que se dijo misa en este sitio fue el de San Buenaventura, y así está dedicada a la Purísima Concepción de Nuestra Señora y al Seráfico Doctor, y se llama el sitio San Buenaventura de Tarena. El otro está dedicado a San José y está dos leguas de aquí, en él puse al P. Lorenzo y P. Fr. Francisco de las Canarias. La habitación de esta gente es de caseríos, que las unas están muy apartadas de las otras. Andan desnudos los hombres, sino es algunas veces que se visten unas camisetas que les cubren de arri- ba abajo. Las mujeres andan cubiertas desde el ombligo abajo, y esto aunque sean muy niñas y recién nacidas. Son brutos y belico- sos pero no comen carne humana, como se decía [de] otros que están en la otra parte [d]el río grande que llaman maratueses, esos la comen. Confío de verme presto con ellos porque no habrá por el río más de siete u ocho días de camino, si bien ahora no hay embarcaciones y así hemos de tener paciencia hasta que hagan canoas; que es una gente que jamás se les ha predicado el Santo Evangelio. Estamos cerca de donde están los padres andaluces, que es Urabá; una de las provincias de este reino del Darién, aunque pertenece al gobierno de Cartagena y éste al de Panamá, pero es obediencia la de estos y esos otros fingida, porque no hay (f. 92v) fiesta ni se castigan delitos, y estos en tanto conservan la paz que ahora tienen con los españoles, en cuanto les esté bien a Panamá 1028 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ