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No se de vuestra caridad por entendido en la materia hasta la ocasión, y compadézcase de mi tra[bajo] que le prometo que es grande, así como la condición de este próximo como la inestabili- dad del otro, y que si no fuera por no dar pesadumbre a vuestra caridad, y por no dar qué decir, dejara el oficio solo. En esto tengo consuelo que con todos los prefectos y muchos misioneros con quien ha tratado, con ser tantos y pacíficos ha tenido pesadumbres y que así no es mucho que yo, siendo el que soy, no tenga la parte que deseo. Al embarcar daré cuenta a vuestra caridad de todo lo que suce- diere, porque hasta entonces estará mi cruz en su punto, que des- pués no podrá atropellarnos tanto, o por mejor decir, no dependeremos tanto de su industria. Un religioso natural de Alba [ interpolado: llámase Fr. cortado ], de hábito y predicador me pidió intercediese con vuestra caridad le ayudase para el pasarse a esa provincia. Yo sólo le conozco de verle estos cuatro días. Aquí el P. Fr. Alejandro dará a vuestra caridad noticia pues le conoce; y el P. Cartagena, fraile es ya criado, si fuere a propósito no hará daño en la provincia, y así por cumplir le supli- co haga lo que convenga, y que todos nos encomienden al Señor muy de veras. Y a vuestra caridad me guarde. Sanlúcar y septiem- bre, 22 de 1647. Hijo de vuestra caridad. Fr. Antonio de Oviedo [ rúbrica ] [(f. 22r) En el margen izquierdo, en vertical: Solo mío este parecer, que será obra de misericordia recogerle a la celda y que se ejercite en las obras de su estado; porque es ignorante y casi inca- paz de doctrina, y en esta ocasión, teniendo limosnas para proveer la misión, obligó a vuestra caridad a que se comprase lo que vues- tra caridad me envió. Y al P. Lorenzo a que buscase lo necesario, de suerte que han sobrado más de mil y seiscientos reales, de los cuáles los 300 y 20 se aplicaron a la enfermería de Sevilla, por haber orden del dante, y los otros se han de volver al Cardenal de Toledo, y siendo casi de las primeras limosnas y suficiente para todo se reci- bieron otras. De todo esto tuve noticia después que hizo las cuen- tas con los sustitutos, y certifico a vuestra caridad que no llevamos FR. ANTONIO DE OVIEDO: PREFECTO DE LA MISIÓN DEL DARIÉN 1015