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có, y ellos le quitaron allí la vida a saetazos y lanzadas; y no con- tentos con haberle dado muerte tan cruel, le serraron el casco de la cabeza, e hicieron taza de él para beber. La sangre del venerable padre, fue la primera de capuchinos que los fieles vertieron en nues- tras Indias, cuya muerte sucedió cerca del día 17 de septiembre de 1652» 34 . Como se puede suponer, la fecha del 17 de septiembre, tiene un valor simbólico haciendo coincidir su martirio con la estigmati- zación de San Francisco, que se celebra en ese día, por lo que daba un carácter de identificación con el patriarca San Francisco. Lo que no cabe duda es que muere en el Darién, a manos de los gorgonas, cuando trataba de lograr la pacificación de aquellos pueblos. Como recuerda Buenaventura de Carrocera, por ser mártir, se le ha concedido generalmente el título de venerable 35 . Así aparece en un cuadro que perteneció al convento de los capuchinos de Salamanca y que se encuentra formando parte de la colección pro- veniente de desamortización del Museo provincial de Salamanca 36 . El historiador salmantino Bernardo Dorado, recuerda la existencia de dicho cuadro en el convento del Calvario de los capuchinos y presenta a Antonio de Oviedo como uno de los hijos ilustres de dicho noviciado de Salamanca 37 . 1012 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ 34 M ATEO DE A NGUIANO , O. c. , 298. 35 Cf. B UENAVENTURA DE C ARROCERA , Necrologio... , 235. 36 Cf. Museo Provincial de Salamanca, Inventario General, n. 437. Se trata de un cuadro de pobre factura, respondiendo a los cánones barrocos de la hagiografía clásica, en mal estado de conservación, que en este momento se encuentra en res- tauración. Las dimensiones del cuadro son 143 x 104 mm. El pie del cuadro se encuentra casi ilegible: «Venerable P. Fr. Antonio de Oviedo fue hijo de esta Provincia de la encarnación de Castilla. Tomó el santo hábito en este convento de Sal[aman- ca] pasó [a] Indias [como] Pre[fecto de la misión del Darién. Fue martirizado por los indios gorgonas el] 17 de septiembre de 16[52]». Para la reconstrucción del texto, damos por supuesto que Bernardo Dorado, en su historia sobre los conventos e igle- sias de Salamanca vio el cuadro y de ahí obtiene los datos que él presenta breve- mente. 37 Cf. B. D ORADO , Compendio histórico de la ciudad de Salamanca (Salamanca 1776) 462ss.