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a dicha confluencia. El primero es la communis animi perceptio , mediante la cual todo hombre tiene noticia de Dios y la posee, no sólo como idea, sino también como lejana presencia, como oscura imagen y como término inequívoco de toda su vida interior, intelec- tual, afectiva y operativa. Esta idea que en la reflexión del Seráfico Doctor es fundamental, va a estar también presente en el interés de Dionisio Castillo. Así, cuando sitúa el encuadre del tema de Dios —en el que se mueve en una clave agustiniana y franciscano-bona- venturiana— lo hará con el convencimiento y la posibilidad del diá- logo con todos los hombres, sin descartarlo con aquel que piensa de manera diferente. Por esta razón, el mismo lector podrá ahora comprender el título de la miscelánea: “Omnes enim creaturae effantur Deum” ( Hexaem ., coll.18, n.25: V, 418a). Nuevamente se trata del convencimiento bonaventuriano, que estará siempre presente en el profesor Castillo, entendiendo que todo criatura es una manifestación, un canto, una muestra del Crea- dor. El Maestro franciscano incluso lo había expresado con mayor elocuencia cuando afirma: “Patet quomodo in omni re, quod sen- titur sive cognoscitur, interius lateat ipse Deus” ( Red. , art. n.26: V, 325b). Pero dicha realidad ha de ser abordada con suma humildad, como itinerario de la mente (persona) a Dios y como especulación del pobre en el desierto. No se trata, por tanto, de asegurar verda- des, sino de abrir a ese diálogo, de poner al hombre en contacto con Dios, de abrirlo a la trascendencia, de ponerlo en comunicación con la experiencia gozosa y única del Resucitado. No será posible llegar a dicho conocimiento si no se parte de esa actitud sencilla. Es la misma experiencia que ha vivido el Doctor Seráfico, cuando en el prólogo del Itinerarium mentis in Deum afirma que en ese camino intelectual la seguridad sólo está en Dios: “Incipit speculatio paupe- ris in deserto” ( Itin., V, 296a). Por lo mismo, el intellectus plene resolvens , que en San Bue- naventura es el encargado de esclarecer la noticia teológica funda- mental, mediante el discurso y la intuición, se convierte también en realidad en el hermano Dionisio Castillo, no sólo de manera intelec- tual y teórica, sino incluso afectiva, puesto que “De Deo altissimo 6 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ

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