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UN DOCUMENTO SINGULAR DE FRAY FRANCISCO JOSÉ DE JACA, ACERCA DE LA ESCLAVITUD... R. I ., 2001, n.º 223 709 hizo de ella, experimentándose a la sazón daños más dignos de aorarse [ sic ] que de refe- rirse, los quáles no sólo tocaban a los hombres maduros y a sus hijuelos haciéndoles trabajar como esclavos, sí también (¡O paciencia del Señor!) a las mugeres, haciéndoles tirar madera a manera de bestias (como me lo ha notificado el Probisor y Vicario General desta Iglesia), permaneciendo los encomenderos y sus mayordomos dueños absolutos, no habiendo (si la omissión justa de algunos pobrecillos se sugetaba a alguna tregua justa) otros juezes ni otros tribunales que los que su tiranía les dictaba. En cuia ocasión se su- plicó a la real Magestad admitiera nueva noticia desta verdad; todo lo qual vio el licen- ciado D. Diego Navarro de Mendoza, de que no se duda daría noticia a quien debía, por lo tocado con sus manos, más digno de sentirse que de sugetarlo a la pluma. Pero dexando ya aquello, en los que perecieron y fueron a dar quenta al justo juez de vibos y muertos, y tomando los efectos de aquellos principios que aora con la mesma ziçaña fructifican, juntamente con el augmento de los daños, que una llama quando pren- de en un monte, si su voracidad con lluvia del cielo no se apaga, el viento la suele acre- centar asta acabar con todo. Así pues con arta lástima de los piadosos pasa aora; pues habiendo constado por cédula real la demoración de los pobres indios, con réplicas acos- tumbradas, y alegaciones solo dictadas de los interesados no se executó, dando nuevos informes, o haciendo nuevas súplicas a su Magestad. Precediendo para ello las solicita- ciones de dichos interesados, en que con el viento de ellos doblaron al señor obispo, todo con color de bien, diligencias proprias del ángel de las tinieblas cuyo empleo es transfor- marse en ángel de luz. En cuia súplica o informe aunque asistieron a los dichos interesa- dos, y condescendieron con ellos algunos eclesiásticos, así seculares como regulares, haciendo todos cónclabe, ya antes por lo menos sino engañados en la mesma especie de bien importunamente persuadidos. No obstante pidiendo alguno o algunos de los dichos parecer al M. Rvdo. P. Fr. Hipólito de la Soledad Rodríguez. Sobre lo entendido desinte- resado y a que sólo su interese es en lo que toca a la mayor honrra de Dios y ser lícito a la Cathólica Magestad, como el tiempo que residió en esa Corte lo manifestó la experiencia, no queriendo asentir a lo que juzgó injusto en las alegacias huió como otro Atanasio de tal tempestad, lo qual aguardaron hiziera para que siguiera ya que no se les podía impedir no vieran sus ojos lo que lastimó sus religiosos oídos. En cuia junta o consejo, solo huvo como el que se trató la causa de Christo Nuestro Señor otro Nicodemo, que fue el Provi- sor y Vicario General desta Iglesia. El qual, aunque no asintió a lo alegado, pero descar- gando su conciencia en el señor obispo se firmó, el qual si al principio con el justo quiso obrar bien, con quien se labó las manos en otro tribunal no careció de señalada culpa. Cuias alegaciones, si las pasadas, con la experiencia sólo fueron máscara para [2r] revo- car sus apasionados intentos, y a Vuestra Magestad pabellones para cubrir sus piadosos ojos, las de aora no encierran en sus luces menores tinieblas. Y si acaso entre ellas dan por raçones que los indios corren peligro se lebanten y que no ay quien se pueda aberi- guar es falsísimo, pues sigue entre fieles vasallos de Vuestra Magestad hubieran obedeci- do en la demora si se hubiera pregonado su real zédula, que eso sólo faltó que ya los ánimos estaban con las amonestaciones de personas desinteresadas convencidos, temero- sos de que no fuese su condenación el ir contra la voluntad de Vuestra Magestad y serbir- se de hombres libres como si fueran esclabos como muchos encomenderos decían; con que no tiene lugar si dichas alegaciones facilitan el volber atrás en lo temeroso, por ser falsísimo como los que sin interese los tratan lastimados lo afirman y dicen. Que así co- mo en ninguna Provincia de las Indias, México, Nuevo Reino donde están libres no se

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