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Recuerdo bio-bibliográfico del padre Eulogio Zudaire Huarte VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL "C ayó el árbol, cargado de promesas; no en flor, porque el invierno iba de avanzada ... ("Príncipe de Viana", 38 (1977) pp. 337 s.), sino pletórico de sazonados frutos". Así comenzaba el padre Eulogio Zudaire la nota necrológica dedicada a otro incansable investigador hermano suyo en religión, padre Germán de Parnplona, y así comienzo yo mi pequeño elogio y recuerdo de este otro religioso insaciable del saber e incansable en el enseñar. Comenzó su vida en 1915 ("me nacieron en Iturgoyen", que recuerda Laín Entralgo), en un ambiente cultural alto y sencillo, detalles que florecie- ron siempre en su vida. Consagrado a la vida capuchina en 1932 en Sangiie- sa (Navarra),fue ordenado de sacerdote en Pamplona en 1939 (30 de junio) y comenzó su andadura científica "haciendo" el bachillerato oficial en 1943, continuando en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barcelona, y terminando con la licenciatura en Filosofía y Letras (sección de Historia) en la Universidad de Barcelona en 1948. Después vendria su DOCTORADO que le exigiría un gran sacrificio, alternando la educación y la enseñanza en el Colegio de Lecároz (Baztán-Navarra), con la investigación en diferentes archivos españoles y franceses; presentó la tesis en la Universidad de Madrid en 1958 y obtuvo el premio extraordinario; la publicó en 1964, con más de 500 páginas, bajo el título El Conde-Duque y Cataluña (véase bibliografía). Desde 1948 hasta 1976 se dedicó a la enseñanza en el Colegio de Lecároz; no se redujo a un simple enseñante de oficio, sino que siempre supo ser un educador religioso de temple, humor y caridad, que sabía alternar con los alumnos haciendo de sus clases de Geografía e Historia, verdaderos focos de atracción y alegría para los alumnos; y con ellos convivía hasta en el deporte y en viajes de estudio por España y por el extranjero, porque llegó a dominar el griego, el latín, el inglés, el francés, el alemán y el portugués (amén del catalán y del castellano antiguo). Se encargó en 1952 de la reaparición de la revista de cultura "Lecároz", con Vicente Galbete, y lanzaron al público culto varios números de innegable vdor científico y