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LA ABADIA DE ARTAIZ, ANTIGUO SEÑORIO, EN LAS VISITAS PASTORALES Conducta d e los clérigos. Quien limitara sus informes a las ordena- ciones d e visita del arciprestazgo d e Ibargoiti, fácilmente podría incurrir en la sospecha de que su clero continuaba la tradición de aquellos otros clérigos goliardos medievales. «Otrossi, deseando obiar todo escándalo -declara el visitador general Rodrigo RUIZ DE NAVASCUES mando que nengún hijo d e clérigo ayude a su padre a missa particularmente ni le acompañe, so pena de excomunión y de dos ducados para la fábrica de la misma yglesia, y por la segunda vez que contrario hiziere, dos meses e n l a torre, sin remissión alguna» (año 1567). Fue advertencia general en toda la diócesis, como se comprueba por otras actas d e visita, como la de la parroquia de San Vicente, en San Sebastián, en que la evoca el mismo prelado. D. Diego Ramírez Sedeño d e Fuenleal, «so pena de quatro ducados» 42; O las d e Burlada y de San Millán d e Iturgoyen, en que el Dr. Alquiza repite la misma disposición. Desde la prelatura del obispo Arnalt d e Barbazán ( 1318-1355) -arguye Goñi Gaztambide se viene legislando acerca de los hijos d e los presbíte- ros (De filiis presbyterorum); preocupación que no es privativa d e la diócesis d e San Fermín, sino de ámbito general 43. Común es asimismo a todos los visitadores d e la diócesis pampilonense el apercibimiento a los clérigos de que, cuando acuden a primeras misas, a bodas o a bautizos, «no canten cantares profanos, ni bailen ni digan deshonestidades, so pena de» tres ducados, el uno para la parroquia, el otro para los pobres del pueblo y el tercero para el juez que los condenare (f. 67v, a. 1567). Que cuando el abad, clérigos y beneficiados asisten a los enterrorios y aniversarios, vayan «con su hábito decente, bonete y sobrepelliz, so pena de dos reales cada vez que lo contrario hizieren ... y so la dicha pena mandamos que no lleben perros a las dichas honrras y acaso que Ileben, los aten en otra casa que donde se haze el aniversario ... so pena de tres ducados, el un ducado para el acusador, el otro para la dicha yglesia y el tercero para el juez que lo condenare» (Dr. Diego de LA CANTERA, año 1565). <Cómo se celebraban entonces esos aniversarios? Al beneficiado que no vistiere hábito eclesiástico y sobrepelliz, cuando toma parte en los divinos oficios, se le fulmina con la excomunión y con la privación d e las distribuciones y gruesa (a. 1627). Durante el Sínodo diocesano convocado por el obispo A. Manrique (año 1577) y continuado por su sucesor, Ilmo. D. Pedro d e Lafuente, el fiscal, bachiller Joan Díaz de Sant Román, propone a los asistentes que se prohiban las procesiones a lugares de donde no se pueda regresar el mismo día, porque «hacen comidas en los caminos y pasan otras profanidades en ofensa d e Nuestro Señor 44. De acuerdo' con esta demanda o postulado, el Dr. ALQUIZA ordena «que ningún clérigo vaya en procesiones a partes remotas ni de donde no puedan volver a comer en sus casas, so pena d e excomunión y d e cincaenta 42. TELLECHEA IDIGoRAS. La Reforma Tridentina en San Sebastián, p. 167. 43. GONIGAZTAMBIDE, Los navarros en el Concilio de Trento, p. 250. 44. GONIGAZTAMBIDE. ob. cit., p. 337.

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