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la bellota, después de varear algún roble o robles; no podrá entrar el ganado en los términos comunes durante la maduración del pasto; cuando sobre- abundare, cuatro hombres expertos nombrados por el alcalde y jurados infor- marán sobre el caso, se hará un recuento del número de puercos y de cochi- nos por vecinos «y el sobrante de pasto y repasto, se venda en beneficio común del valle». Cuando, por el contrario, se notare falta o carencia de pasto, «el alcalde y jurados de la dicha Valle o la mayor parte dellos tengan poder y facultad de hordenar y mandar que de cada lugar de la dicha Valle vayan los puercos o porcillos que les pareciere al dicho término de Alduyde, para que estén ~ l l i durante el quinto y queden en los términos de la Valle los puercos que se pudieren engordar y en caso que no quisieren llevar los puercos o porcillos asi señalados a Alduyde, que tengan pena de carnereamiento uno de día y dos de noche, l6 asta que bayan al dicho término de Alduyde» (ord." 16). Orden tan perentoria de enviar los puercos y porcillos a los pastos de los Alduides no obedece a simples razones económicas, sino a imperativo político: hacía casi dos siglos que la comunidad de Valderro se había enfren- tado con el vizconde y las gentes de Baiguer (Baigorri) y con el propio fiscal patrimonial, Pere de Villava, en defensa de su «tenencia y pacífica possession de pascer las yerbas y bever las agoas con nostros ganados granados y me- nudos.. . et de cortar arboles qualesquiera que sean y fazer fusta, leyna, carbón y otras materias», quieta y pacíficamente y con exclusión de cualquier otra entidad vecinal y señorío particular; l7 y hacía poco más de medio siglo que Valderro, por contar con un buen aliado, había cedido al valle de Baztán 10 seles o bustalizas (convenio del año 1500), porque las gentes de Baiguer se iban apoderando con sus piaras, bordas y vacadas, de tierras que no les pertenecían. Y precisamente a finales del siglo XVI las invasiones se acen- tuaron tanto y los choques, reyertas y carnereamientos menudearon en tal manera, que hubieron de intervenir los gobiernos español y francés y cele- brar sucesivos tratados internacionales, en cada uno de los cuales España fue cediendo tierras en los Alduides ante el hecho consumado de su ocupación por los baigorrianos. Fue equivocación lamentable de las comunidades de 16 El carnereamiento, según significó el mismo alcalde, Sancho de Itúrbide, equivalía por entonces a degüello del animal. Más tarde se sustituyó por el tanto de su valor. No especifica esta ordenanza quién se iba a aprovechar de tales carnereamientos; perece que la bolsa común del Valle, con el provecho de su venta pública, como en las multas comunes. 17 A.G.N., Comptos, caj. 103-60. Intervención del procurador patrimonial, Pere de Villava, contra el vizconde de Baiguer, Ximen García, y contra las facerias en los Alduides que intentaba Valderro; y respuesta de sus procuradores: 19 de octubre de 1400. Cesión que Carlos 111 el Noble hace a l vizconde de Baiguer, Beltrán (de Echaux) del disfrute y explotación de dichos montes y protesta de Cisa, Baiguer, Valcarlos y Valderro, año de 1413. Ibid.

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