BCCAP000000000000048ELEC

cuyo es el palacio de Arrechea en Elizondo, alcalde trienal; Simón de Ascó, escribano real, cuyo es el palacio de Ascó, y Pedro Burges de Elizondo, escribano real, con el notario público Sancho de Narbarte, que autoriza el documento. Juanes de Arraneder, por su hermano Juanot. Los testigos Gar- cía de Bertendi y Juan Guillont y el jurado y vecino de Azpilcueta, Juanes Gamio y Aguirre, que representaba a los gentileshombres, jurados y vecinos de la tierra de Baztán, no firmaron porque no sabían de letras ". El hierro fundido en Baqueola pasaba al martinete de la ferrería vieja para la forja. A mediados del siglo XIX se agregó a esta última «una má- quina para cortar fierro en verga», con lo que pudo emular y aun superar a la misma ferrería Berean de Lesaca. En San Juan de Luz (puerto al que arribaron antaño las barcazas de Lope de Salazar) disponía la comunidad religiosa de Urdax de un muelle, porción corta de terreno, «en pacífica posesión, pero sin título escrito». Y en Askain, según declaró fray Antonio Arrózpide, administrador de la ferre- ría vieja, había comprado el monasterio «cosa de un quarto de yugada», equivalente a peonada y media, para descarga del mineral y transporte a Urdax VICISITWES DE LAS DOS FERRERIAS En 1635 al cardenal de Richelieu, no menos aguijoneado que nuestro contemporáneo el Grand Charles por la grandeur de la France, buscó y halló pretexto para que su señor, el Rey Cristianísimo, declarase la guerra a los austrias españoles, agotados de batallar las batallas de la religión y del trono. Al pronto se replicó desde la península con una vigorosa campaña literaria y con el apercibimiento de fuerzas de choque, que emprendieron su contra- ofensiva por tierras de Flandes y de Bohemia y ensayaron la descongestión de aquellos frentes con diversiones estratégicas por los dos extremos del yugo pirenaico: el Rosellón y la costa labortana. «Ultimamente cuando lo de Ziburu, llegaron una tropa de herejes y le pegaron fuego (al monasterio) por los cuatro costados, con intención de abrasarlo*. Al retirarse los franceses, volvieron al convento los religiosos de Urdax, que con ayuda de sus criados y de algunos vecinos, lograron extinguir rápidamente el fuego; pero se quemó una parte del edificio, y que- daron arruinados el molino farinero y las dos ferrerias, de las que se lleva- 27 Escritura de arrendamiento de dos ferrerías. Monasterio de San Salvador de Urdax, 7 de octubre 1622; Archivo de Baztán, carp. "Urdax". Transcripción por Vidal PÉREZ DE VILLARREAL, en CEEN. l.c., pp. 58-62. 28 Véase nota 21. Declaración de A. Arrózpide, "Negocios Eclesiásticos", leg. 8, carp. 2: AGN.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz