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Ferrerías del Real Monasterio de Urdax URDAX, VILLA POR FACTORIA El día 14 de agosto de 1774 firmaba la majestad de Carlos 111, en el Real Sitio de San Ildefonso, real provisión, por la que, los hasta entonces bordeantes o caseros del monasterio premonstratense de Urdax, quedaron constituidos en municipio independiente, con el rango de villa por factoría. Fue uno de los pocos éxitos alcanzados por el fiscal de Castilla, don Pedro Rodríguez de Campomanes, en su porfiado intento desamortizador de señoríos. La propiedad territorial o término redondo de dicho monasterio, que medía 3.000 varas de Castilla a lo largo por 2.500 a lo ancho (aproximada- mente los 7,73 kilómetros cuadrados del municipio actual) se distribuyó entre todos los vecinos, uno de los cuales fue la comunidad religiosa de San Salvador. Un auténtico atropello por parte de la autoridad civil, un rudo precedente de tantos otros actos similares que han de acometerse, más sañu- damente, a lo largo del siglo XIX. A la declaración solemne de su personalidad jurídica sucedieron en la nueva villa acuerdos y vías de hecho, decisivos para su futura actividad agropecuaria: fijación de terrenos de plantío, de monte bajo y de labranza, con el inexcusable «afixamiento de mojones». A tenor del Libro de fzsegos de todo el Reyno. Año 1366, el abad de Urdax pagaba, por el servicio a la Corona, que habían votado las Cortes de Navarra, 10 florines, a 2 y medio florines por fuego l. Prueba evidente de que el número de vecinos apenas llegaba a cuatro, cuyo señor solariego era la comunidad premonstratense. En la fecha desamortizadora de 1774, las casas vecinales, con plenitud de derechos sumaban 54, en que no se incluyen las llamadas «casillas», de los moradores no vecinos. Si Campoma- nes, que tuvo a su disposición éste y otros muchos documentos fehacientes, no se hubiera cegado voluntariamente, por lo menos se habría ahorrado pro- ferir sandeces como la de que los monjes premonstratenses tenían usurpadas a sus bordeantes unas tierras, cuyo cultivo sólo el monasterio les había pro- porcionado; porque a la sombra del mismo habían centelleado aquellos pri- 1 Archivo General de Navarra (AGN), Libro de fuegos ..., fol. 87v.

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