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atribuir, por exceso de buena voluntad, la poca precisión inicial del proble- ma. De hacer caso a algunos acusadores, se tomó la libertad de escribir una carta en nombre del valle pidiendo la fundación, después de las dos Juntas del 1 y del 8 de diciembre de 1726. a No debemos pasar por alto a Alexos de Urrutia, elizondarra originario de Lecároz, que, por su cuenta y riesgo ( y en este caso la cuenta y riesgo ascendieron a la suma de cien libras de multa) rompió una lanza en favor de la fundación, de forma harto pintoresca. Trasladado el pleito a Madrid, pierde interés para la vida del valle, y allí se sumerge en un mar de tinta por arte de los procuradores que man- tienen el asunto en un embrollo de citaciones, recursos, recusaciones utili- zando cuantas artes, trucos y malabarismos están a su alcance. Francisco López Calera, procurador en la Nunciatura, es excepcionalmente hábil en retener los autos hasta ganarse por dos veces un decreto de excomunión, que logra conjurar en el último instante. El procurador de los capuchinos González del Camino aparece siempre mucho más ingenuo. Ninguno mues- tra el empecinamiento del juez in Curia Blas Antonio Nasarre, «Prior y señor de san Martin de Caba ( o Aacaba), Prelado consistorial, dignidad de la catedral de Lugo, Bibliotecario maior de su Magestad y de su Real Acade- mia y Consejo». Este pintoresco personaje fue nombrado juez en cuarta ins- tancia, pero no fue aceptado por el procurador de los capuchinos, y un res- cripto de Roma nombraba nuevo juez a Joseph Bernedo, mandando a Nasarre 8 La carta escrita al P. Provincial dice así: "Mui señor mio en el pleno Consis- torio con el maior aprecio a seciuido este Valle las de V Rma de manos d,e los Rdo Pa- dres Fr. Franco Anta de Garinoain d'efinidor de .esa Sta Provincia y P. fr Anto de Pe- ralta Guardian del Comto de Tafalla; auiendose visto y leído su contenido dirigido (fl 127) ala fundaon de Conto de la orden de Padres Capuchinos en este valle fué tan suma- mente ven'erada y agradecida que discurri,endo todos los dela Junta el gran vien espiri- tual que hauia de resultar ia pa la gloria de Dios yia para todos los individuos de este Valle, todos de conformidad combinieron en tan apreciable. proposicion y fueron de parecer que se fundase dho Convto con la Calidad de qc e se diese noticia alos Lugares; y re esperase su sentir para sauer el parecer de los Lugares, ha auido segunda Junta y aun que han discrepado algunos han conuenido los más y mas crecidos con superior exceso de votos tan superavundantemente ventajosos, que envista de ellos luego se leuan- tó auto publico admitiendo la fundación, la qual deseamos ver perfeccionada quanto ant,es para que este Valle tenga el Consuelo de tner Nueba Cassa Consagrada a la Magestad. Divina, y al util de todo este Valle que tan necesitado esta de Ministros. Da- 'mas lo primero a Díos las gracias dela misericordia conque nos mira; a V Rma lo segundo con toda essa Sta Religion del gran Beneficio que nos hace y a nosotros la enorabuena de la Sta Compañia de que esperamos gozar 'para Consuelo de nras Almas; su Divina Magd de a V. Rma los muchos años que le suplicamos. Elizondo y en la Cassa del Valle a ocho de Dzre de mil setecientos veinte y seis. El M cie V. Rma -Su maior seruidoi-: Con .acuerdo del VaHe y- Universidad de- Baztan, Agustin Francisco de Goieneche . (fl. 127) E. P. Añorbe, en la obra citada, p. 291, afirma que "la Junta levantó auto de que se admitiera a los capuchinos y de que se escribieran cartas a l Sr. Obisao de Pamplona, al Sr. Virrey y Real Consejo de Navarra, pidiendo la fundación". En el acta transcrita en la nota (3) se dice que "piden y suplican ... sean servidos de aceptar e ~ t aauto de Consentimito ... etc.". Tal vez el P. Añorbe interpretó esta frase en el sentido de escri- bir cartas. Y quizá e n estas frases se basó Goieneche para escribir la carta que acaba.. mo; de transcribir. No ha aparecido ninguna otra carta escrita a otras autoridades.

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