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función de rector, así como durante la vacante que se produjo a su muerte. Las quejas de los testigos basculan entre la indignación por haber dejado de lado a don Martín de Garay y el «desconsuelo» por haber traído al sacer- dote francés que no habla el dialecto baztanés y a quien difícilmente entien- den; el deseo de contrariar a Aurtiz pesaba mucho más que el problema de la lengua. No son muchos los testigos ni sus testimonios muy enérgicos. Los rec- tores de las parroquias de Maya, Errazu y Azpilicueta, Miguel de Elizondo, Juan de Iriarte y Martín de Maya junto con don Andrés de Apesteguía, sacerdote de Errazu son los primeros en testificar. Los cuatro confirman el descontento de los vecinos de Arizcun por el nombramiento en favor de Juan de Aguerre y la razón principal se basa en la dificultad para entender la lengua bascongada de la otra parte de los Pirineos que usa este sacerdote; a esto se añade el desconcierto que produce la forma de realizar ciertas cere- monias religiosas. Apesteguía, el más explícito, afirma que «la lengua bas- congada en algunas cosas es diferente que la de este Reyno y más ininteli- gible para la gente deste Reyno, y que sabe que muchos vecinos están muy sentidos» (fl. 25) . Iriarte confirma que «a oido quejas y sentimientos de esto a muchos vecinos». Pedro de Oarrichena afirma que «la lengua bas- congada del dicho Reyno de Francia es diferente de la deste Reyno y dificul- tosa de entender» (fl. 35). Tres mujeres, Marías de Barreneche, de Su- quiloidea y de Zaldarriaga confirman la dificultad de entender al vicario por la diferencia de algunos vocablos, pero su queja acentúa más el descontento porque hace «las ceremonias de la iglesia diferentes»: En la primera oportu- nidad que tuvo de asistir a un enfermo, a Pedro Sanz de Rotaverea, en el barrio de Bozate, alarmó a las testigos y otras muchas vecinas por la omisión de diversas ceremonias y exhortaciones que se acostumbraban. El procurador de Aurtiz creyó ver fisuras en la acusación, y después de rechazarla, ataca directamente el fundamento del pleito principal: Han revo- cado el poder más de 70 litigantes (según él) y por tanto el procurador con- trario no ostenta suficiente número de delegaciones que le autoricen a pre- sentarse como actuante en nombre del pueblo y del concejo: «a de auer por lo menos las dos partes de tres y mas, y en Arizcun no ay tantos que pueden hacer mayor parte los que no an rebocado* (fl. 51 ) . Hábilmente es- camotea la acusación básica que era haber inducido a muchos vecinos a revo- car el poder dado. Continúa su defensa demostrando que las quejas de los vecinos respecto del coajutor francés no son válidas y pide se le examine, para lo cual «parece mi parte a ser examinado asi en lengua bascongada como para oyr de penitencia ... suplica a Vmd mande remitir el examen para am- bas cosas a la persona que fuere servido y constando de su aprobación reba- lidarle a perpetuo la comisión que tiene de tal coajutor* (fl. 61). No sabe-

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