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mendación del concejo y nombró a Nicolás de Aurtiz. En 1657 encon- tramos a Garay querellándose contra el rector porque éste no le abona lo que debe por servicios prestados en la iglesia de Arizcun durante dos meses en los que el reclamado se ausentó para pleitear; se le hizo justicia a Garay; al año siguiente don Nicolás se opone a que Garay se encargue de una cape- llanía, como lo deseaban los cofrades; Garay tiene que recoger velas. Mal se encontraba de recursos económicos, al parecer, cuando Ojer de Echebarría del barrio de Bozate le reclamó por vía judicial los 60 reales que María Pérez de Perligena, su madre, le había dejado. El año 1654 el pueblo entero de Arizcun se hallaba inmerso en un proceso larguísimo contra el Barón de Beorlegui, del que daremos cuenta en otra ocasión, tratando de demostrar la nulidad del nombramiento de rec- tor hecho por el barón, por falta de título legítimo. En pleno desarrollo del proceso, para reforzar su argumentación, entablan otro pleito contra el rector nombrado por el barón; en el Archivo de la Diócesis de Pamplona (ADP) se encuentra en el cartón 623, núm. 1; a él nos referimos en este comen- tario en las citas de folios. Este atropellamiento de querellas sólo se entiende admitiendo el interés vital y el ansia por limitar los derechos del barón, si los tenía, y, mejor aún, demostrar que carecía de ellos. EL PUEBLO SE ENFRENTA AL RECTOR La ocasión se la brinda en bandeja el mismo don Nicolás. Hallándose el Notario comisionado en Arizcun, recogiendo «las probanzas» favorables a la pretensión del pueblo en contra de la presentación de rector que gozaba el barón, se enteran los vecinos de que Martín de Ursúa del Palacio de su nombre, don Nicolás y el de Beorlegui inducen a cuantos caen bajo su in- flujo a que cesen en el pleito. Esto enoja al vecindario y al fiscal del obis- pado que inician un proceso criminal contra don Nicolás. El cargo más grave contra el rector es que presiona a los vecinos que otorgaron poder, bajo jura- mento, para que lo revoquen. La táctica de los tres aliados era muy astuta: si consiguen que retiren el poder un número grande de vecinos, el procu- rador no puede justificar que su actuación es en representación del lugar y del concejo. En la primera premisa de la provisión del fiscal se sienta el hecho del pleito en curso y se recuerdan sus razones: demostrar que la presentación del rector para Arizcun es un abuso del barón de Beorlegui que carece de 2 ADP C 1 623, n.o 1, fol. 19.

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