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CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE ningún caso de 3", en Salazar se cuentan tan sólo 3, y en Aézcoa son la décima parte de todos los matrimonios consanguíneos; es de suponer que en esta elimi- nación ha influido la diferencia de edades, normalmente grande, entre tío y so- brina. Hay predominio neto de los matrimonios de 6", el menos próximo de todos los recogidos en las dispensas estos años: en Roncal, dos tercios de todos los matrimonios consanguíneos se asignan a este grado; en Salazar, la mitad; en Aézcoa, un poco menos de la mitad (45%). Y en los tres valles, con minimas di- ferencias, las uniones de 4" (primos hermanos) suman casi la tercera parte de to- das las consanguineas. Las de Y, para lag cuales encontraban menor justificación y mayor reticencia, son escasas en Roncal (8%) y un poco más frecuentes en Aézcoa y Salazar, alrededor de la octava parte. Los coeficientes valoran el desarrollo que experimenta este fenómeno social: Salazar avanzaba más rápidamente que los otros dos valles hacia la desaparición; nos lo indica tanto el mayor valor absoluto de su coeficiente como el hecho de aparecer negativo en 1944, mientras que en los otros no aparece hasta 1949; ello no obstante Salazar destaca por la singular tenacidad en mantener las unio- nes de 6": dos tcios de todas las bodas entre parientes celebradas desde 1941 a 1965, son de 6". Aézcoa, de menor población y tal vez de mayor confinamiento geográfico, alcanza el más alto indice de consanguinidad y allí adquieren mayor relieve los grados de parentesco más próximo. Coeficiente de consanguinidad. Remitiendo al lector que desee un más amplio desarrollo a los artículos pu- blicados con anterioridad, donde se justifica el concepto de coeficiente de con- sanguinidad y la forma de hallarlo, recordaremos brevemente su significado: es un índice matemático, objetivo, de la consanguinidad, en cuanto trata de mensu- rar la incidencia del hecho consanguíneo en la aparición de genes en estado ho- mocigótico; evidentemente dos hermanos tienen más genes idénticos que los pri- mos hermanos, puesto que los primeros los reciben de los padres, los mismos para ambos, y los segundos los reciben de los abuelos, y sólo coinciden en dos, de los cuatro abuelos; a medida que las sucesivas generaciones se alejan del ante- cesor o antecesores comunes, disminuye la probabilidad de homocigosis. En la tabla adjunta, los valores vienen a representar, por lo tanto, la probabilidad de homocigosis o la cantidad de genes en estado homocigótico que probablemente se hallan en la pobalción. Adviértase que hemos ordenado los grados de consanguinidad de izda. a drcha. en orden decreciente de influjo en la homocigosis: en la primera columna de la izda. aparece el 3"; en la columan encabezada por el epígrafe «otros», se han acumulado todos ejemplos de parentesco múltiple, razón por la cual no coinciden, en algunos casos, los porcentajes de esta tabla con los anotados en las anteriores. Las poblaciones de cada uno de los valles están ordenadas alfabéticamente, comenzando por Roncal para seguir Aézcoa y Salazar. Aézcoa, como conjunto, alcanza el valor más alto, y Roncal el más bajo; en frecuencias de consanguini- dad, Aézcoa también es el primero, Roncal el segundo y Salazar el tercero. La razón de esta diferencia en lhs posiciones de Roncal y Salazar se origina en la mayor proporción de consanguíneos de 6" en Roncal; recuérdese que el influjo

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