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CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE Valle de Roncal Ocupa la parte más escabrosa de la zona montañosa de Navarra, al NE. Los poblados se hallan diseminados en el angosto valle excavado por el rio Esca o sus afluentes, alternando foces y congostos con formaciones más amplias. Hasta hace pocos años la carretera que enlaza con Salazar, terminaba en Uztárroz. La tradición ganadera de la trashumancia ha influido en la mayor movilidad de la población masculina. Las poblaciones estudiadas son, de norte a sur Uztárroz, Isaba, Urzainqui, Roncal, Garde (un paco al este), Vidángoz (en un congosto oeste) y Burgui; en el mapa van señaladas por puntos. Análisis. Siendo 690 el número total de matrimonios verificados en los 48 años, 61 son de consanguíneos, es decir el 8.841% este porcentaje se distribuye así: 2.754%de 4", 0.754%de 5" y 5.362%de 6". Se desconocen los matrimonios de 3". Predominan netamente los matrimonios de 6" (37) que suponen más del 60%de todos los matrimonios consanguíneos celebrados; este es un aspecto digno de destacarse. Son muy poco frecuentes los casamientos en que los contrayentes se hallen ligados por parentesco múltiple: uno en Vidángoz (4" doble, 1930) en que los desposados eran primos hermanos por ambos padres; uno en Isaba (4" y 6", 1941) en que eran primos hermanos por una lfnea y segundos por la otra. No se encuentran apenas bodas en que los contrayentes pertenezcan a distintas pa- rroquias; en 1941 se apunta un caso en que los esposos pertenecen a Uztarroz uno y a Urzainqui el otro. Evolución. Estas consideraciones no bastan para matizar los diversos aspectos de la consanguinidad; más importante es el examen de la dinámica seguida a lo largo de los años. Una somera observación .de la tabla donde se registran lo datos por años, nos da una primera pista El número total de enlaces consanguíneos en la pri- mera mitad del periodo es de 41, y de 20 en la segunda, siendo 390 y -301 res- pectivamente los totales de matrimonios; en los 24 primeros años, el 10.5%de las nupcias se efectuaron entre parientes, y en los años siguientes el 6.6%. La grá- fica, trazada acumulando los porcentajes de alianzas consanguíneas por sexenios, da una imagen visual del sesgo que ha tenido este comportamiento social. Llama la atención la cúspide del periodo 1930-35, en el que se suman 17 casos; puede producir alguna perplejidad el pico del último sexenio, provocado en gran medi- da por el notable descenso de matrimonios. Una lectura minuciosa de las tablas donde se contabilizan los matrimonios y porcentajes de los diversos grados, por años y poblaciones, proporciona idea más exacta de la evolución del fenómeno. La tabla 111, desconcertante a primera vista, ofrece variaciones sumamente fuertes; por ejemplo en los años 1930 y 32, se alcanzan frecuencias de 45.45%y 42.85%,mientras que en el año 1931, sola- mente se llega a 5.88%,y en los años 27 y 28 no hay un solo caso.

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