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DON PEDRO OBREGOZO SENOSIAIN. EL ARTE DE HERRAR 1) El artesano Don Pedro Obregozo Senosiáin vive actualmente en la casa Zamarginenea, del barrio Ordoki de Irurita (Baztán), muy cerca del ya secular taller de artesa- nía, cda herrerih. Nació en Irurita (l3aztán-Navarra) el &a 16 de octubre de 1908. También sp padre era herrador y en el mismo taller que ahora utiliza don Pedro; su abuelo paterno era de Oscoz (Uizama) y no sabe decirme si también se dedicaba a esta noble artesanía, porque no llegó a conocerlo. Desde muy niño comenzó a vivir entre la forja y los cascos de los animales; su padre lo colocó ya a la temprana edad de diez afíos en otro taller del mismo género de Elizondo, especializado en el ganado asnal, para iniciarse en el oficio con animales pequeños y fáciles de manejar: era el taller de Marcos el herrador. Pasó luego a San Sebastián, para aprender forja y temple, comenzando tam- bién a trabajar en el torno, pero la inesperada muerte de su hermano mayor en accidente, cuando volvia de cumplir el servicio militar, le obligó a volver a su casa, para continuar el trabajo familiar, atendiendo a la gran clientela que habia hecho su padre. Su madre, de apellido Senosiáin, procedía también del valle de Uizama, in- mediato al del Baztán. Esta sencilla referencia me hizo relacionar este apellido con una monograffa que días antes habia caido en mis manos: TRATADO COMPLETO DEL ARTE DE HERRAR Y FORJAR. Por D. Juan Antonio Sainz y Rows. Zaragoza. Imprenta de Gregorio Casañal, 1859, 471 P. El ejemplar que tuve la suerte de estudiar está dedicado por el autor, ((caté- dratico de esa asignatura en la Escuela Profesional de Veterinaria de Zaragoza», a su apreciable y dignisimo discQulo Francisco A. Senosiáin, de Iráizoz. La dedicatoria es solamente del ejemplar y no de la edición entera, por lo que esta dedicatoria es manuscrita La obra está igualmente firmada en contraportada por el autor mismo, y, al lado, con diferentes signos caligráficos se puede leer: «sirve para Francisco An- tonio Senosiáin)). Y al principio del prólogo alguien anoto ((FranciscoAntonio Senosiáin ha sido matriculado para cuarto año con el múmero 40, para el 1866 y 1867~. Se trataba, pues, de un alumno de Veterinaria, natural de Iráizoz, Navarra, valle de Ulzarna; hacia el cuarto año de su carrera en el curso de 1866 a 1867. Su nombre: Francisco Antonio, y su apellido: Senosiáin. No he estudiado el posible parentesco de la madre de don Pedro con este veterinario de Iráizoz, pero bien podria tratarse de algún familiar de esta señora, natural también del valle de Ulzama y de apellido Senosiáin, viéndose así rela- cionado el «arte de herrar» del actul señor Obregozo, aún por via materna, con este alumno de la de Veterinaria de Zaragoza. El oficio de herrar correspondía en España por ley a los veterinarios, pero muchas veces cedían el trabajo manual a estos artesanos que, bajo su control sa- nitario, atendian a esta necesidad de la época.

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