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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL tancia córnea de que están constituidos, sin perjudicar en nada los movimientos locomotores del animal. En la antigiiedad se protegian los cascos de los caballos con una especie de zapatos de cuero o esparto, guarnecidos de láminas metálicas, pues de esos ani- males dependia totalmente el desarrollo comercial y guerrero de los pueblos de Europa (HIPPOPODOS). He leido que Popea, mujer de Nerón, puso a su caballo herraduras de oro, y Nerón mismo, de plata 2 El refranero español abunda en referencias a la herradura, al herrador y a su oficio; he recogido algunos de estos dichos del artesano mismo que aquí trato de describir, don Pedro Obregozo Senosiáin. Referentes a la herradura «El ruin calzado sube a los cascos)). (Ruin calzado equivale a mala herradu- ra). «Más vale onza de casco que libra de hierro)). ((Herradurapara un mes o coja para tres)). ((Herraduraque guachapea, campanilla de plata para el albéitar)). (El albéitar- veterinario era el herrador de ley y cobraría por herrar de nuevo). ((Herradura que chapaletea, clavo le falta y firme no está». ((Herraduraque chapaletea, clavos en ella)). Referentes al herradol: ((Herradode dura, una en el clavo y otra en la herradura)). «Por no perder el compás, da el herrador más y más)). «A fuerza de martillar, el herrador deja de herrar)). Referentes al oJicio de berral: «El hisopo del herrero, cuándo en el agua, cuándo en el fuego)). «El herrero, con agua aumenta el fuego)). «Tormento para animales, descanso para el herrador)). Onomatopeya de lafragua: «Yo mezquino, yo mezquino; yo contigo, yo contigo; todos tres, todos tres)). 2. Biblioteca Univerd Ilustrada. DICCIONARIO UYNERSAL DE LA LENGUA CASTE- LLANA, CIENCIAS Y, ARTES. Bajo el plan de D. Nicolás María Serrano. Madrid, Astort Her- manos, editores. 1879-1881. 15 volúmenes.

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