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ABAIGAR. U N PUEBLO NAVARRO transformado en hermosos campos de cereal y los robledales y encinares se han reducido a un mínimo, y no se han eliminado por completo, porque las tierras que quedan cubiertas por estas especies parecen menos aptas para e l cultivo. «De toda esta extensión, en unas 30 hectáreas, que son márgenes del río Ega, el terreno es arenoso y el resto es arcilloso y calizo. El más fértil es el lindante con el río, por eso los abaigarenses lo aprecian tanto y cultivan en él plantas de regadío que constituyen un elemento importante de su alimentación». Se siguen mimando las pequeñas huertas adyacentes a bastantes edzficios de la. parte baja del poblado, y se cultiva con exquisitez la hermosa vega próxima al rio Ega y los terrenos que por ambos lados se adosan al canal del molino. 4.-Rios que bañan el término municipal «Por el término de Abáigar y a unos 700 metros del pueblo pasa el río Ega, que da nombre al Valle y que es poco caudaloso, puesto que en muchos puntos de su curso puede atravesarse a pie sin que llegue el agua siquiera al tobillo». «Dentro del mismo término nace del Ega una acequia que lleva parte del agua del río a pasar por el molino donde actúa como fuerza motriz. Entre el río y la acequia queda una franja de terreno que dedican los abaigarenses al cultivo de plantas de regadío, ya que por ambos lados puede tomarse agua para el riego». «Los terrenos situados a la orilla izquierda del río, o sea, entre éste y la carretera, pertenecen al término de Murieta; los de la orilla derecha son en general de Abáigar, y las dos orillas de la acequia, también. De modo que pueden tomar agua para el riego por tres orillas, la derecha del río y las dos de la acequia». «No todos los terrenos próximos a la orilla están destinados al cultivo de plantas alimenticias, pues en parte de ellos se extiende la alameda, que en estos años va siendo cada vez más reducida». «Derriban los álamos para utilizarlos y venderlos como madera de construcción y no se cuidan de reponerlos, porque les halaga más emplear el terreno en el cultivo de aquellas plantas que les reportan utilidad más inmediata». Se conservan,hoylas alamedas por necesidad: protección de las riberas del Ega en sus avenidas fuertes de primavera; debido a esto, tras las subastas pziblzcas, se vuelven a reponer los árboles inmediatamente. Riegan el término municipal dos arroyos que descienden al Ega y que se llaman Arroyo Regio, limitrofe con el Municipio de Oco, y Arroyo de los Montecicos, más próximo al pueblo y que se utilizan ampliamente para el riego, mientras llewen alguna gota de agua. «La acequia de que hablo es muy pintoresca; toda ella, excepto la parte donde lavan, está rodeada de mimbrales, los que por la poca anchura de la acequia casi se entrecruzan, formando un túnel de follaje por debajo del

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