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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL pueblo es pequeño y la gente de buenas costumbres, pasan muchos años sin que el tétrico calabozo se vea ocupado por nadie». Entre los años 1940-1950 se hizo u n nuevo edificio para escuela mixta y en sus bajos no se estableció el calabozo municipal, sino u n Bar, el linico del pueblo, que en verano se traslada .a las piscinas del pueblo. Por otra parte, el edificio escolar ha perdido su utilidad directa, porque todos los niños del pueblo son trasladados al Centro Regional situado en Estella. como no hay Casa-Ayuntamiento, éste celebra sus sesiones en la Escuela, y la convocación a las juntas la hace por medio de papeletas, salvo casos imprevistos, en que se hace por determinados toques de camgana: tocar a concejo, que se dice allí». El local escolar es hoy oficialmente la Sala deJuntas del Ayuntamiento; nadie ha sabido responder a mi pregunta sobre posibles reuniones de los rectores del pueblo bajo alglin árbol, costumbre muy extendida por los pueblos de «Tierra-Es- tela» y en general por todo el país. Véase una fotografla obtenida antes de 1920 del árbol de juntas del pueblo de Larrión, del Valle de Allz'n, bastante próximo a nuestro Abáigar (Fotografi debida al Padre Santos de Tudela, Capuchino). «También por toques de campana se anuncia al pueblo la llegada del barbero, a quien llaman el ministrante, y el cual en casa de un vecino determinado rasura a cuantos lo solicitan». \ Recuerda don Narciso López perfectamente esta costumbre y me dip hasta el nombre del ministrante: don Claudio. <<Elmaestro percibe 300 pesetas de sueldo y 75 en concepto de retribuciones, resultando de esto que, como el pueblo tiene pocos atracti- vos y la asignación es muy escasa, ningún maestro se encuentra bien allí y la escuela permanece cerrada grandes temporadas». «Como consecuencia de este casi continuo abandono, la instrucción del pueblo es escasísima; los niños salen de la escuela demasiado pronto por el afán que tienen sus padres en dedicarlos a las tareas del campo. Con esto y con lo poco que les aprovecha el período escolar, debido al continuo cambio de maestros, resulta que al salir el niño de la escuela no sabe más que leer y escribir y esto con gran dificultad. Los más sencillos problemas aritméticos (las cuentas que dicen ellos) tienen que resolverlos por cálculo, pues son poquísimas las personas, descontadas el Cura y el Secretario, que sepan hacer una operación de restar en debida forma». Me han recordado algunos ancianos del lugar con bastante desagrado sus años escolares; faltaba con frecuencia la «señorita» y lo que más desagradable les parecía, sobre todo a uno de ellos, es que a los hijos de los pobres no se les atendia en absoluto, porque «ellos estaban en el pueblo sólo para trabajar en el campo».
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