BCCAP000000000000037ELEC

VIDAL PEREZ DE VILLARREAL hasta nuestro tiempo en algunas casas, solía ser de estaño; nuestras abuelas que tanto se distinguían por su esmerada limpieza, utilizaban las asperida- des de estas planta que la naturaleza prodigó al borde de las fuentes y arroyos, para pulimentar las indicadas vajillas de estaño». En su casa conservan un bonito juego de porcelana que le regalaron el día de su primera Misa. La última observación no es «tan de paz familiar»: «También el soldado vasco, dice, la utilizaba para la limpieza de su fusil*. La zanahoria, de raíz amarilla, entra «con frecuencia en el cocido que se saca a la mesa en la comarca francesa, por lo que los españoles le llaman chorizo francés*. Lo oí en mi niñez a un anciano de Guelbenzu, y hasta la lectura de este libro no había topado con esta frase en lugar alguno. En las selvas que delimitan Baztán y Bertizarana, las de la Regata del Infierno (Infernuko-erreka), florece en abril un arbusto llamado tejo o agiña (raxus baccata de Linneo). Su madera, de un hermoso color, es preciosa para objetos de ebanistería. Este árbol sufre bien la talla y, recibiendo caprichosas formas, adorna nuestros jardines y bosques. Su grano, encerrado en una baya abierta por su parte superior, se parece a una muela. El olmo comzin, zaar en esta comarca, crece en las escarpaduras de la montaña y florece en marzo. Su madera es muy estimada para ruedas de coches y carros. La yerba de los canónigos o dulceta se llama en esta comarca soldada belarra; se cultiva en la primavera y su uso como alimento en ensalada se debe a la presencia del ejército francés en estos pueblos durante la guerra de la Convención, en los últimos años del siglo XVIII. La «verbena officinalis» de Linneo es una planta llena de recuerdos para nuestro botánico. «Con estas plantas, dice, se tejieron coronas para las pitonisas cuando pronunciaban sus discursos. Los druidas las recogían de noche, segándolas con hoces de oro y de aquí el que se les llamara en otro tiempo «yerba sagrada» y también el nombre de verbena que se aplica a algunas vigilias nocturnas que se celebran en vísperas de algunas festivida- des. Los labortanos la llaman belberina)). . Las verbenas de hoy quizás tengan de sagrado poco más que la ocasión de su celebración. También el sauce gatillo o zalitzai (vitex agnus castus L) trae a su memoria recuerdos de su formación humanística. «Antiguamente se prepa- raba un jarabe, dice, con esta especie y se aplicaba para ahuyentar las ideas impuras y fomentar la castidad y por esta propiedad las sacerdotisas de Ceres, según Dioscórides, dormían en camas preparadas con sus hojas*. Escalando setos y arbustos de los montes de Narvarte encuentra don José María una variedad de vid silvestre en forma de parra que dice llamarse en la comarca matsa, edamatse y ayena. «Sus hojas son un alimento agradable para los rumiantes, y se hacen con sus troncos bastones de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz