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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL meridiano de Madrid, y sus límites geográficos, detallando los nombres de las cumbres y regatas que lo constituyen. Hace luego una detallada descripción del clima, donde se pone en evidencia su gran capacidad de observación personal, pasando finalmente a estudiar la constitución geoló- gica de toda esta comarca. Y aquí es donde comienza a explayarse a placer, en plan de gran investigador. Me indicaron en su casa nativa que al principio se dedicó al estudio de minerales y rocas, aunque nada se conserve de sus colecciones y que él fue quien dio con el criadero de mármol que se explota actualmente en el lugar de Almándoz, con ricas derivaciones hacia los pueblecitos de Oiz de Santesteban y Donamaría. Localiza, también, fósiles del jurásico, enviando un ejemplar de helecho fósil al Instituto de Pamplona; tropieza con hermosos ejemplares de piedra litográfica «de calidad similar a la que se importa de Italia», y no deja en olvido «las emanaciones ofíticas ... como se observan debajo de Idiso al sur de Legasa, en el sitio llamado de Arechavaleta y en la regata de Ceberia cerca del caserío de Ubecheta; si bien es fácil que los cantos que se encuentran en este último punto, sean arrastrados por el riachuelo indicado desde la bajada de Velate donde él nace y en cuyo lugar precisamente existen manchas de este mineral llamado en vascuence burdiñarri, que quiere decir piedra de hierro, aludiendo a su notable densidad y que es tan usado en el país para cocer la leche, después de enrojecerlo al fuego» m. He transcrito todo este párrafo, para mostrar la riqueza etnogtáfica y toponímica que acompaña a cualquier página de esta introducción. En un borrador encontrado entre sus hierbas, recuerda al paleontólogo Lucas Mellada que le visitó en repetidas ocasiones y señala cómo encontró «...hace algunos años sobre la fuente de Legasa un ejemplar de la «Grifea arcuata» que por desgracia se me extravió durante la guerras. ¿Habría seguido la misma suerte su colección mineralógica? Al estudiar los caracteres de la tierra de labor, detalla con precisión y brevedad la Snitrificación* y el «abonado», exponiendo además la teoría básica de la «función clorofílica» en plan de alta divulgación. Presenta unas páginas llenas de nombres latinos al estilo de Linneo, exponiendo así e l aspecto general de la vegetacihn propia del Valle, su época de floración y fructificación y sus relaciones con el clima en las diferentes épocas del año, terminando con algunas aclaraciones sobre los fines que ha tenido al poner en manos del público «su humilde obra». Don Fermín Irigaray salvó del olvido un capítulo que don José María tenía preparado para su Catálogo: se trata de unas páginas dedicadas a «la agricultura en el Valle de Bertizarana». Con intuición de profeta, «la ciencia, dice, ha encontrado recursos para deshacer las pudingas de Velate y nivela con ellas quebradas ... antes inaccesibles al pie humano. Hoy día, merced a estos adelantos, estamos provistos de carreteras y se dice que estamos en vísperas de alcanzar un tranvía...», y apoyándose en todos estos datos, pronostica la desaparición de la siembra del trigo, que podrá ser traído con facilidad de otras zonas más aptas para su cultivo, para potenciar más el cultivo de pastos y forrajes, en favor de la ganadería en sus diversas formas, y sus derivados *l. 20. CATALOGO, p. 10. 21. Boletín Sociedad Aragonesa ... p. 159 s.

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