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* % / br. ' I Reaparmon deA USO de la este discoid-ea WDAL PEREZ DE VILLARREAL E n la presente comunicación quiero hacer ver algunos frutos que van madurando en el ambiente popular, respecto a las estelas discoideas, debido sin duda alguna a nuestra presencia en el pueblo. Hemos palpado claramente la preocupación que ha ido naciendo en muchos de los pueblos navarros, por conservar esta faceta de nuestro patrimonio histórico; en todos esos lugares ha estado siempre presente algún individuo que, lector más o menos directo de las páginas de CEEN, se va preocupando por instruir a todos sobre el uso, naturaleza y valor de la estela discoidea. Ha contribuido a ello, el párroco o algún pamplonés hijo del pueblo o que posee alguna finca de descanso en el mismo, o algún guardamontes que, en su discurrir por los rincones de Navarra, se va fijando en los monumentos que han ido desaparecien- do, llamando la atención de todos para conservarlos. 2, X,A F?E;,:!~~,\~?.T(:T<~ DF1, 1!S0 IJF, I,,a FS'B-E1 A l>TSCOIY>I</%, C'Qbk463 Ci?aBECEkiDE L,"iTI;%fEI,l FiLVIIkHAR EN NLJESTROS il(3TUALES 9,XSb~o4i*d'I'k:B;%iOS No puedo olvidar aquí a don José Rota que, en su pequefio taller de Garralda, sigue trabajando calladamente en el arte de la estela funeraria, según encargos especí- ficos de diversas familias; parece verse su mano en algunas de las discoideas que se en- cuentran en el cementerio de Pamplona; desde luego, se van multiplicando las nuevas estelas salidas de sus manos en los cementerios del Valle de Aézcoa y en los de los pue- blos de los Valles vecinos.

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