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3. El "a priori " en gnoseología his tórica Este segundo problema de gnoseofogía históri– ca, referente a los prerrequisitos, necesarios al es– tudio del hecho histórico ,. ejerce hoy un singular atractivo. Desde Dilthey la ingenuidad de los his– toriadores positivistas, que pretendían la total eli– minación de lo que llamaban prejuicio, se ha desva– necido. Ya dijimos que para H.- G. Gadamer esa in– gen uidad es el mayor de los prejuicios y el más ne– fasto. Estando el mismo historiador inmerso en la historia, no puede pretender poner su tribunal fue– ra de ella para dictaminar sentencia 14 • Antes, por lo mismo, de acercarse a los documentos históri – cos es necesario tomar conciencia de cómo nos he– mos de acercar a ellos. Es el tema de la pre-com– prensión, tan discutido hoy en los ambientes bíbli– cos, como ya se ha recordado. Unas palabras de Bultmann centran este proble– ma en su doble vertiente: necesidad de la pre-com– prensión y peligro de subjetivismo. Dice así: "Ca– da interpretación, cada cuestión, cada compren– sión, proviene de una cierta pre-comprensión. En– tonces se suscita este problema: ¿es posible llegar a un conocimiento histórico objetivo?" 15 • La necesidad de la pre-comprensión hoy es al– go patente en toda clase de hermenéutica. Una ci- 14. Wahrheit und Methode, 252-254 y 278-279. 15. Histoire et eschatologie, 149-150. Amplía el tema en Das Problem der Hermeneutik, en Glaube und Vers– tehen II, 1952. 211-235 . 99

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