BCCAP000000000000032ELEC
Pues bien, concluye Marrou, un documento histórico puede proporcionarnos un conocimiento singular como la carta de un amigo. En todos estos casos se trata de hallar el camino que nos conduzca a la intimidad del otro 8 • La abertura al otro tiene hoy una floreciente li te– ratura filosófica en Francia 9 • La obra de Laín Entra !– go, ya citada, Teoría y realidad del otro es una pre– clara aportación hispánica al tema. Pues bien, pen– samos que de los análisis que hacen estos pensado– res tenemos que partir para justificar filosóficamen– te el conocimiento del hech.o histórico singular y pa– ra acep tarlo con máxima plenitud. Después de estas reflexiones aparace claro que son cuatro los problemas de la gnoseología históri – ca. El primero consiste en justificar la posibilidad de poder conocer lo histórico singular y los modos de su acercamiento al mismo para poder llegar a su comprensión. El segundo problema está motivado por los condicionamientos con los que necesaria– mente se acerca el investigador a la historia. Es el vidrioso tema del a priori histórico, de las catego– rías históricas, hoy tan discutido. El tercer problema versa sobre la utilización adecuada de los métodos histórico-críticos, que la escuela histórica desorbitó 8. Cf. De la connaissance historique, 87. 9. Para orientación del lector citamos algunas obras principales: M. NEDONCELLE, La réciprocité des cons– ciences, Paris 1942; M. CHASTAING, L'existence d'autrui, Paris 1951; J. LACROIX, Le sens du dialogue, Paris 1956; L'homme et son prochain. Actes du VIIIe Congres des Sociétés de Philosophie de Langue Francaise, Paris 1956. 93
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz