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Si los verbos, expresivos de la acc1on, reflejan muy bien el primer estado de desposorio, los epíte– tos delicados y sedantes son el rezumo lingüístico de la íntima placidez del alma en su matrimonio es– pi ritual. El crítico nos acerca así al cogollo del es– píritu del gran poema. Nos hace percibir cómo brota éste del hontanar profundo del alma g'igante de su autor. De esta suerte se ha realizado en esta oca– sión un acercamiento intrínseco a la obra de arte 2 • Esto es muy aleccionador para toda clase de hermenéutica. Por lo mismo, las dos dimensiones indicadas, acercamiento extrínseco e intrínseco al hecho literario, deben hallarse muy presentes en la interpretación que se haga de todo mensaje histó– rico. Sin embargo, con gran respeto para Dámaso Alonso y sus patrocinados, tenemos que observar que en el estudio que venimos comentando tan só– lo uti.lizan los autores una parte de la gran obra de W. Dilthey: la de su contraposición entre las cien– cias de la naturaleza y las ciencias del espíritu. De aquí la consiguiente distinción entre el aspecto ex– terior e interior de la obra literaria. Vinculado el as– pecto exterior a las ciencias de la naturaleza, lo es el interior a las ciencias del espíritu. Pero Dilthey ha sido el punto de arranqúe de otra tercera dimensión. Se le ha llamado el Kant de la historiografía. Con ello se da a entender que si 2. DÁMASO ALONSO, Poesía española. Ensayos de mé– todos y límites estilísticos, Madrid 1962, 296-303. 89