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No tuvo tiempo para ello, dado lo prematuro de su muerte. Pero nosotros la debemos utilizar, al adver– tir que la historia bíblica está surcada por las cons– tantes señaladas por Mounier como características de la persona: Vocación, superación, libertad y co– munión. La vocación, como llamada, se la siente po r doquier en la historia bíblica, tanto en su resonan– cia individual como comunitaria. Individuo y pueblo son invitados por Jahvé a colaborar. Este colaborar !leva siempre consigo una perspectiva de algo ulte– ri or y más perfecto. En la historia bíblica hay siem– pre un intento de superación permanente. Y todo el lo actuando la libertad humana con plena respon– sabilidad ante la llamada de Dios, que invita pero nunca coacciona. Finalmente, la historia bíblica es abertura en comunión: hacia Dios en el coloqu io del silencio íntimo: hacia el prójimo en la común actividad y ayuda 25 • Puede, por lo mismo , la corriente personal llegar a ser uno de los basamentos firmes para una refle– xión sobre teología de la historia. También tenemos que decir que el pensamiento cristiano ha visto la historia desde esta concepción pers onalista. La ciudad de Dios de San Agustín es 25. Obras principales de E. MOUNIER sobre el perso– na li smo : Manifeste aux service du per sonnalisme, Paris 1956. L'affrontement chrétien, Neuchatel 1945; Qu'est-ce que le personna.lisme, Paris 1947; Le personnalisme, Paris 1949. Estudios sobre este tema: J. LACROIX, Marxisme, existencialisme, personnalisme, Paris 1955., P.L. LANDS– BERG, Problém es du personnalisme, Paris 1952; A. COLACO M:ARTINS , Pessoa e comunica,;ao no pensam ento de Em– m an uel M oun i er, Rom a 1971. 79

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