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cima. Por bajo de lo que somos hoy estaría soste– niéndonos lo que fuimos ayer. El result.ado de la historia sería una estratificación orgánica de las di– versas capas que en su curso se producen, a la ma– nera como en el tronco de un árbol perviven, con– céntricas, las capas de su incremento vital 17 • Frente 1aestas concepciones de la historia en las que el pasado, de un modo o de otro, determina el presente, · surge la interpretación antropológica de Zubiri para reafirmar el poder cuasi-creador del hombre en la historia. Creación, subraya él mismo; porque afecta ,a la raíz misma de la realidad de sus actos , a saber, a sus propias posibilidades. Pero nada más que cuasi-creación, porque naturalmen– te, no se trata de una rigurosa creación desde la nada 18 • La historia es para Zubiri la actuación de las fuerzas creadoras del espíritu humano, expans io– nándose a la largo del tiempo en la que el pasado condiciona , pero no determina, el presente. Y éste se actúa bajo el estímulo de un futuro que se entre– vé y se desea, cargado de inmensas posibilidades. Zubiri recuerda en este momento el celebérrimo dicho de Leibniz que apellidó al hombre: un petit Dieu. Y en verdad, ¿el hombre no participa en algo del inmenso poder de Dios? Esta visión antropológica, enraizada en la me– tafísica, logra una síntesis inicial, pero de innega- 17. ]bid., 322-323 . 18. ]bid., 330. 41