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sup remas opciones , efecto de su consciente deci – sión. Estas decisiones son la respuesta a la trascen– denci a que nos habla en c.ada momento a cada uno de nosotros por el mensaje bíblico. Para Bultmann esta locución de Dios y nuestra decisión, como res– puesta, son el punto de partida de toda hermenéu– tica bíblica iluminada y desmitologizante. Desde la filosofía vamos a ver muy luego las im– plicaciones de este decisioni~mo histórico. lnicia ,1- mente parece exaltar la historia, identificándola con la decisión reiterada de la libertad. Pero , a la pos– tre, amenaza más bien anufarla. Antes, sin emba rgo, de adentrarnos por este nuevo problema, queremos exponer !a que hemos llamado interpretación antro– po lógi ca de la historia. 2. Interpretación antropológica En esta interpretación confesamos con satisfac– ción sentirnos vinculados al pensamiento hispánico que ha meditado con seriedad en este tema. Dema– sia do desconocido en su patria, no ha sido utilizado pa ra aclarar los presupuestos filosóficos de lta teo– logía de la historia en algunos esbozos iniciales que se han hecho. Por nuestra parte, queremos recordar tres nombres : Ortega , Zubiri y Mi llán Puelles . Los dos primeros pertenecen a la que J. Marías ha lk~.– mado Escuela de Madrid 13 • Una crítica negativa pu- 13. Sobre esta escuela J. MARÍAS ha publicado una obr a con este significativo título : La escuela de Madrid . Estudi os de filosofía española, Buenos Aires 1959. Par a 37