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cionalismo cartesiano y en cuantos buscan en la historia, ante todo, sus constantes. Recuérdese que esta tendencia la ha mantenido en nuestros días un pensador hispánico, filósofo de la cultura, Eugen io D'Ors 8 • Del tiempo exterior, muy poco apto para inter– pretar la historia humana, pasamos al análisi s del tiempo interior, del metafís ico. Hace un moment o, desde la filosofía de Heidegger, hemos advertid o su importancia y su significación. Pero ahora, al pre– cisar el tema, observamos que son tres los aspe ct os en que puede ser estudiado este tiempo : el bi ológi– co , el existencialista y el antropológico . El primer aspecto , el biológico , se hace patent e si reparamos, aunque sólo sea de modo somer o, en los seres vivos que nos rodean . Todos los orga nis– mos nacen , crecen , maduran , declinan y mueren. Esto vale lo mismo para la planta y para el bruto que para el hombre. La psicología subraya este he– cho que Ph. Lersch resume en estas breves líneas: "Una de las características esenciales de la vid a es que sólo es susceptible de realizarse en la fo rma 8. El t ema de las " Con stant es históri cas" es un a " constante " en sus múltiples escrito s. Su visión má s sin – t étic a y sistemática se halla en su obra inacabad a : La cien cia de la cultura, Madrid 1964. El mejor estudi o so– bre este tema de D'Or s, es la obra de E. ROJO PÉREZ , La cienc ia de la cultura . Teoría historiológica de Eugenio D' Ors, Barcelon a 1963. Tocamos este mismo tema dentro del pensami ento actual hispánico en nue stro breve es– t udio , Cultu r a e coesi st enza nel pensiero spagnolo con – tem pora ne o, en I ncontr i Culturali 1 (1968 ) 319-329. 34