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que pongan en claro la relación fundamentál y esen– cial de la salvación con la historicidad del hombre". Y unas páginas después: "Para llevar adelante nues– tro programa nos vemos en la necesidad de unir la filosofía y la teología en un entramado peculiar " 9 • El caso de O. Cullmann es, a este respecto, bien sig nificativo. Su repulsa a la filosofía es patente a lo largo de sus estudios . Lo constatamos al analizar detenidamente, hace unos años, su obra, Christus und die Zeit 10 • Sobre la historia de salvación cate– gó ricamente afirma que no quiere someter la histo– ria bíblica a una filosofía inadecuada, sea la de Fi– lón, sea la de la escuela bultmanniana 11 • Sin em– ba rgo, se advierte a la largo de su estudio sobre la teología de la historia, un uso continuo de términos filosóficos que se aceptan sin analizar ni precisar. Ta les son el concepto de tiempo como síntesis de pasado y futuro en el presente , la visión de la his– to ria circular o lineal, puntiforme o continua ,. el sen– tido del progreso, como desarrollo de la historia bí– bli ca frente al mero proceso de la historia natural. Todos estos concep tos básicos son manipulados en su estudio, pero no filosóficamente estudiados . Los teólogos católicos están más abiertos a los conceptos filosóficos que la dirección conservado– ra protestante. Ya se han dado meritorios esfuerzos en este sentido. El de A. Darlap es uno de ellos. Pe- 9. Myst erium salutis 1, 56 y 61. 10. Cri stiani smo y cultu r as humana s. A propó sito del li bro de Osear Cullmann Christ et l e Temp s, en Na– tur al eza y Gr acia 6 (1959) 159-172. 11. Le salut dans l ' histoire, 139. 23
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