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providencia. Pero exagera su conocimiento de los designios de Dios. Este conocimiento presunto de los designios divinos dio pretexto a muchos comen – tar ios malévolos de la Ilustración. Es la Ilustración el punto de partida del sentido histó rico de hoy. Voltaire acuña por vez primera el té rmino Filosofía de la historia 2 • Sin embargo, esta filosofía peca por buscar en la historia lo menos histórico: las constantes , lo permanente, lo que compete a la naturaleza humana como tal. La Ilus– tra ci ón, que es plenitud de naturalismo en todos los saberes: ciencia moral, derecho , lo es tamb ién en la interpretación de !a historia. Va a ser el romanticismo al emán quien decidi– damente ponga la historia en el centro de las pre– ocupaciones humanas. Por otra parte, la progresiva pé rdida de Dios la agudiza. Pues en el mismo mo– mento en que el hombre juzga necesario prescin– dir de toda trascendencia, la tesis de la inmanen– cia radical se reafirma . Ahora bien, dentro de la doc– trina de la inmanencia el hombre se siente a sí mis– mo como el supremo valor. Pero este hombre , con– tra lo que pensaba la Ilustración, no es algo que es– tá ya hecho. Se va haciendo en el mismo proceso histórico. La expresión alemana Gott im werden re– sume esta concepción al declarar que el mismo Dios se va realizando. Y se realiza en la historia por el 2. La expre sión se halla en su obra , Essai sur les mo eurs et l 'esprit des nation s et sur l es princ i pau x fa i t s de l ' his toi re depui s Charl emagn e j usqu'a Lo uis x nr. Oeu – vr.es compl et es, P ari s 1877, t. 11. 17