BCCAP000000000000032ELEC

go " :. Hoy existe un grave peligro en ciertos ambien– tes eclesiásticos de aminorar el valor del pensa – miento y las vinculaciones entre filosofía y teología. Hay mucha nostalgia del Sermón de la Montaña . Y no hay por qué discutir fa eterna vigencia de la Charta Magna de la Nueva Ley. Pero el problema de cómo fa levadura evangélica ha de hacer fermen– tar toda clase de sabiduría humana, no se resuelve con repetir el memorable Sermón. Es necesario ha– cer ver que las mejores conquistas del espíritu hu– mano están acordes con el mismo. Y esto sólo lo puede realizar un pensamien !to elevado. El Logos de la verdad es único, aunque haya hablado de distintos modos. El encuen itro· de estos diversos modos es uno de los grandes temas actuales para el pensamiento cristiano. Es evidente que los teólogos de la historia quie– ren darnos hoy día algo más que un catecismo ex– plicado de lo que la palabra de Dios ha revelado sobre el destino histórico humano . A este algo más desearía colaborar este estudio. En él no se pmpo– nen soluciones, aunque a ellas se apunte en más de una ocasión. Tan sólo · presentar problemas. Pensada esta temática para una lección inau– gural, ha sido desarrollada en un curso universi ta– rio. Mis oyentes pueden tener ahora en sus manos aquellas mismas lecciones de Filosofía de la his– toria que siemp r e han seguido con extraordinario inte rés. 2. Huma n i smo y teolog ía, Madrid 1964, 126-127 . 13

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz