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mendar: A. DEMPF, Sacrum imperium; E. BENZ, Ecclesia spiritualis; B. LANDRY, L'idée de chrétienté chez les sco– lastiques du X lile siécle; A. TRUYOL SERRA, Genése et fon– dements spirituels de l'idée d'une communauté universel– le; E. GILSON, Metamorfosis de la Ciudad de Dios. Para una visión secularizada de la historia universal: J. G. HERDER, Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit; G. W. F. HEGEL, Vorlesungen über Philoso– phie der Geschichte; A. COMTE, Cours de Philosophie posi– tive; J. BURCKHARDT, Weltgeschichliche Betrachtungen. 3. Cómo se desarrolla la historia El tema del desarrollo de la historia humana ha mo– tivado audaces generalizaciones como la de O. Spengler, A. Toynbee, W. Schubart, F. S. C. Northop, etc . Como estudios de temática más limitada y filosófica– mente más exigentes proponemos: K. JASPERS, Origen y meta de la historiaK J . MARITAIN, Filosofía de la historia; N. PETRUZZELLIS, L'idealismo e la storia; CH. DAWSON, The dynamics of world history, muy iluminado en este y en otros estudios en que investiga lo que ha dado título a una de sus obras mejores, Los orígenes de Europa. a) La historia en desarrollo dialéctico Sobre este conocido tema nos remitimos a las obras de Hegel y de Marx. Una bibliografía reciente puede ver el invEstigador español en el libro de C. DÍAz, Hombre y dialéctica en el marxismo-leninismo. Por su especial im– po_rtancia citamos estas dos obras muy significativas: J. P. SARTRE, Critique de la raison dialectique . Y la obra en español, editada en Moscú, que viene a ser una espe– cie de "catecismo ideológico", formulado por un conjun– to de profesores bajo la dirección de G. KURSANOV, Pro– blemas fundamentales del materialismo dialéctico. b) La historia como progreso según el positivismo. La rica literatura sobre el tema tiene un doble sig– no: positivo o negativo. Escriben bajo un signo positivo: R. TURGOT, El pro– greso en la historia universal; MARQUÉS DE CONDORCET, Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del es– píritu humano; G. LE BON, Bases científicas de una fi– losofía de la historia. En los círculos neopositivistas de hoy, quien ha cul– tivado más la visión de la historia ha sido K. POPPER, La 125