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fe o a encontrar a Dios, y enriqueció además a la Iglesia con obras tan importantes y beneficiosas como la "Casa Alivio del Sufrimiento" y los "Grupos de Oración". El Padre Pío murió, casi de forma inesperada, a las 2 '30 del día 23 de septiembre de 1968; la "hermana muerte" borró de su cuerpo todo rastro o cicatriz de las "llagas"; y sus restos mortales, enterrados allí, a las 10 de la noche del 26 de septiembre, después de recibir durante 4 días las manifestaciones de afecto y las súplicas de miles de devotos, de desfilar durante 3 horas por las calles de San Giovanni Rotondo y de una concurridísima misa de funeral al aire libre, al atardecer de ese día 26, son venerados cada día por miles de peregrinos en la cripta que se preparó, unos meses antes, con esta finalidad, exactamente debajo del altar mayor del Santuario de Nuestra Señora de las Gracias, y - son llamativas las coincidencias - que fue bendecida a las 11 de la mañana del día 22 de septiembre, víspera de su muerte, al mismo tiempo que la primera piedra del monumental Vía Crucis que recorre varios cientos de metros por las estribaciones del Monte Gárgano, obra del conocido escultor Francisco Messina. El 20 de marzo de 1983, después de un trabajo minucioso de 15 años para buscar y organizar la documentación pertinente, se abrió la Causa de Canonización del Padre Pío, que, en el proceso diocesano, en Manfredonia, duró hasta el 21 de enero de 1990. Desde esta fecha hasta el 15 de diciembre de 1996, se preparó la "Positio", con el duro trabajo de resumir el contenido de los 104 volúmenes del proceso diocesano en cuatro volúmenes, con un total aproximado de 7.000 páginas. Los 9 Consultores teólogos el día 13 de junio de 1997, y la Congregación de Cardenales y Obispos el 21 de octubre del mismo año, expresaron por unanimidad su opinión favorable a la heroicidad de las virtudes del Padre Pío. El 30 de abril de 1998, la Comisión médica dictaminó que la curación "repentina, completa y duradera de una señora de Salerno de 43 años (Consiglia de Martino), afectada por una rotura del conducto torácico, sin ninguna terapia ni intervención quirúrgica, se considera inexplicable a la luz de la medicina actual"; y, el 20 de octubre de ese mismo año, la 8

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