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ocurre en el urea de las enfermedades parasi torios in te t ini les; pract wamen te ci 1 ()( de la pobloc ion se e nc nc ntra parasitado Pero para muchos de los habitantes estas alecciones son sopott idus en un ad n rable eq u jI ib rui hio ¡rico, de forma que les permite llesar un nivel de vida activo prácticamente normal. Nos bentos precuntodo en muchas ocasiones como puede explicarsc este equilibrio hi&ilo— gico: existen motivos que ayudan a su mejor comprensión. Id nivel nntricional para muchas familias es bueno: alternan en su dieta productos de sus chacras, la caza la pesca. El nivel de hi eiene. mn\ aceptable. está fasorecido por el clima, los hábitos de vida libre, en íntimo contacto con la naturaleza que. para quienes habitamos en la reizion , en modo aliuno parti.. cipo de la inhospitalidad y el alto nivel nociso descrito por tina abundante literatura toldo— rista, potencian las de ten sas del organismo. La taso de mortalidad infantil es con toda secundad netamente interior a la inedia cena— to i una. 1. tn ejempl i aparece en el caso de los brotes epidemicos. Esta impresión se ha man tenido a lo largo de 14 años q nc vivirnos en la reción . Hemos tratado de someterla al juicio de peisonas responsables serias que han visitado la tono y que. en algunos casos, han realizado estudios estadísticos de muestras po blacionales del bajo Napo ecuatoriano, la úl tima de ellas pot un equipo íntimamente rela cionada con la OMS. Todos el los comparten esta opiniLrn esperanzadora. En una reciente reunión sobre problemas de salud en Pom peva. en la que partieipamn representantes de las comtinidadcs quichuas del Napo. la opi— ritón era tinán ime sobre una baja lasa de mor talidad infantil y la ausencia casi completa de casos de desnutncion de dicha población. F’rentc a estos aspectos t’rancamente positi sos hay dos hechos aceptados en la reción. En las áreas en que la colonizacion ha invadido la zona, los alimentos nativos, como caza y pesca. van desapareciendo. (‘orno consecuen cia, las poblaciones indígenas tic estas áreas comienzan a experimentar di fien hades serias en su nivel de nutrición. Al mismo tiempo. en esas mismas comunidades, íntimamente rda— cionado con ci tenorneno anteriormente seña lado a través tic mecanismos aún sin anal i— zar. el porcentaje de algunos cuadros patologi co’, importantes, como es el caso de la tuber culosis pulmonar. está adquiriendo cifras alarmantes. Es en ellas donde la lasa de mor tal idad general ha aumentado. Una observación se desprende de todo esto. El medio tropical es adecuado para un tipo de estructura social que se identil’ica con el que poseen en líneas generales las poblaciones in digenas. Cuando esta estructura se modifica de forma notable, como en el caso de una coloni— ¿acion inadecuada, los problemas de salud se acrecientan y las mismas caractensticas dci medio geográfico y humano dificultan la solu— cion. Nivel terapéutico No podemos acercarnos al nivel terapéutico sin contemplar con sumo ¡espeto la que pode mos llamar medicina natha. Muchas de sus concepciones y tecnicas terapeulicas escapan a nuestra comprensión. pero, aparte de su in flujo en las más profundas raides de los pue blos nativos, algunos de sus éxitos deben re conocerse con admiración. El factor psíquico en el origen, cvolueion, interprctacion y cura cion de los procesos morbosos es especial mente estimado. Frente a esta concepción de la salud y en fermedad nosotros hemos adoptado una acti tud de respeto . al nmisrno tiempo. hemos procedido de forma que nuestra interpretación de la enfermedad y de las patitas de curación quede claramente visible. L)e esta forma da- ¡nos oportunidad a un intercambio cultural a un enriquecimiento mutuo. También a través de estas conductas, respetuosas y sinceras, el nativo en juicio sus concepciones ancestrales y evoluciona hacia una idea de la salud y enfer medad en que íntegra conocimientos proce denies de otras culturas con las que necesaria mente tiene que con ivir. Desde hace muchos años las poblaciones nativas, especialmente la quichua. están en contacto con concepciones terapeuticas tio más univcrsalmerite aceptadas y emplean mu chas de sus técnicas de tratamiento. Algunos Q7

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