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e u adi o nc ti ro lo2ico habi a de s arecido y 1 ue tratada corno un clasico cuadro de paraconi— miasis pulmonar. respondiendo plenamente al trataiiiiciitii. Ln la literatura sobre puraconimiasis se han descrito casos de coincidencia con tuberculosis pulmonar Nesi t ros s atoe u te he mi is po- dido conhrmar en un caso Hasta el momento no tenemos en nuestra casuística ninetin caso de localizacion extra— pu lii tonar La impreston general que tenemos es que la paragonimiasis puede considerarse una enfer medad crónica de las vías respiratorias, como consecuencia de la instalacion del parásito en el pari.nquima pulmonar. Las lesiones que oii— tina dan una sintomatoloeia discreta y no afectan al estado general del paciente. Los esputos hernoptóicos asustan al enlermo y le conducen a la consulta mid ca. Lste cuadro cronico henigno. con esputos característicos en zonas endemicas como la nuestra, sugiere de entrada la etiología de la enfermedad. Sus caractertsticas le diferencian netamente de cuadros com’ la tuberculosis pulmonar. No obstante, con ciena frecuencia. este cuadro se cemplica con prcblemas inecinicos e infeccio nes sobreañadidas y entonces la gama de itná— genes clínicas es muy variada y exige tina atención esmerada para el dia nostico diferen cial. Cuando el diagnóstico se realiza y las paulas de tratamiento se establecen con acierto, los cuadros sobreañadidos regresan y reaparece la imagen clásica de la enfermedad« hasta que se instaura el tratamiento especifico o simplemente el parásito muere por enveje cimiento. Estudio RadiOlógiC() De los 22 casos. 1 () fueron estudiados ni— tliográficaniente de algunos conservantes una serie coinplcta de radiograñas que permiten seguir a nivel radiologico el curso de la enfer— ntedad Consideramos las pkuritis ewdatiias como los cuadros radi&ilugicos nias significati vos. Nosotros los hemos encontrado en 5 ca sos 22 .72’ t Su importancia sugiere tina un— plantc ion re l,it i vamente supe rfic ial del para— sito. prosimo a la pleura visceral. la evolu— cion de esta pleuritis, aún antes de que se instaure el tratamiento specitico y con la ci mprobacion periodica de la actividad del parasilo poi el estudio seriado de esputos, abi rea p ir la i u teet’tdad de la pleura y hace pensar que estos proceses exudatiyos no son especiticos. sino reaccionales a coinpl icacio— nes sobreañadidas. 2. Hemos encontrado en 4 casos hmígenes hiliares, no coincidentes. de difícil interpreta— cien radiológica . htdicarian la existencia de reacciones adenopúticas inespecíheas a proce sos ci’ónicos del ptfenqtnma pulm mar. 3. Fn una ocasión la imagen radiograliea se aproimaha mucho a la que enconti’ainos en el compko primario trihereultiso. 1, Des entetinos ol’reciei’on iniagcnes de cas croo. En el primero de dIos esta aparecio cuand el pi occsu pleural es udat i ve . que hahi a (i 1.111,1 1,’ii

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