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medio acuatico. su launa y llora vive en in timo contacto con el agua. En ese habitat se desarrollan los pueblos nativos, los de tnaor raigambre en la región. los que con todo derecho pueden considerarse venidos de su propio suelo. Dependientes de este medio tropical se han desarrollado su cultura y sus costumbres. Ellas inciden direc — tamente en la interpretación de su enfermar y en muchos de sus mecanismos curativos. (‘uando tratamos de acercarnos a sus pato- logías debemos tener en cuenta esta realidad compleja: sólo (le esta manera tendremos posi bilidad de entrar en un diálogo esclarecedor. en una interpretación nacida de la realidad compleja humana enraizada en el lugar y nos pcrmitir;í incluso explicar y actuar con un cierto éxito de aceptación Las condiciones climáticas, la cultura y de sarrollo de sus pueblos permiten señalar un área importante de la patología de la región amatónica: se trata de una Patología del clima y dcsarrolln. Las mismas caracteristicas del ecosistema amazónico realzan de forma prominente la importancia de la faun a y flora de la región Muchos de los organismos vivos, que pertene cen al re no animal o vegetal se hacen ele mentos patógenos de primera categoría en la patología humana, Al mismo tiempo, en oca siones trecuentes. a través de ellos, los agentes patogenos penetran en la vida humana con vir— tiendose en elementos importantes —parasitos. vectores, huéspedes intermediarios y reservo— ríos— del eniermar de la región No en vano la patología del nororiente ecuatoriano es princi— palmuente aunque no con exclusividad, una Parasitología. A través de lo que hemos llamado patología del clima y desatiol lo y de la parasitologia. el hábitat tropical condiciona toda la patologia humana (le la región. Cualquier padecimiento humano, con etiología universalmente locali zada —Patología cosmopolita— se reviste de algunas características peculiares. En este sen tido toda la patología de la región es una patologma tropical. En un sentido más específico existen pato logías que solamente surgen en medios como éste. donde las condiciones fisicas y culturales se asemejan. ellas constituyen la verdadera Patología tropical. Sus límites no siempre son precisos. pero su realidad es incuestionable. Existe por último una zona intermedia, en que los síntomas importantes y los síndromes deben ser interpretados con cuidado, para dis cernir la etiologia de estos cuadros patógenos. bien orientándolos hacia patologías cosmopo litas, bien hacia patologías especíticamente tropicales. ¿Qué pensar ante una hemoptisis o una anemia intensa en nuestro medio? ¿Esta remos ante una tuberculosis o una leucemia o, por el contrario. SUS características nos Orien tan hacia una paragonimiasis o una uncinaria— sis aguda’? Una permanencia larga. una aten ción esmerada, una observación sistemática, nos dará en muchas ocasiones matices no fá cilmente perceptibles, pero muy importantes. que nos permitan inclinamos de entrada en la buena dirección, nos ahorre tiempo y nos acerque a la verdadera etiología del proceso patógeno 17